La misteriosa oleada de terror bufonil que está afectando a a EEUU se ha cobrado una última víctima. El pánico generado dejará a uno de los payasos más conocidos en todo el mundo sin trabajo: Ronald McDonald, la mítica imagen de la cadena de restaurantes de comida rápida tendrá que acogerse a unas vacaciones forzosas.
El pánico generado entre la población estadounidense ha derivado en que McDonalds opte por mantener a su emblemático personaje en la recámara cancelando temporalmente todas sus apariciones públicas para evitar problemas. “McDonalds y sus franquicias locales son conscientes de la tensión acerca de los supuestos avistamientos de payasos en comunidades y por ese motivo limitarán la participación de Ronald McDonald en eventos comunitarios hasta nueva orden”, explicó el portavoz de la compañía, Terri Hickey, en un comunicado enviado a NBC News.
Aún quedan tres semanas para Halloween, pero algunos han decidido que todas las noches lo sean. El fenómeno de los llamados ‘payasos diabólicos’ o ‘payasos asesinos’ afecta ya a decenas de estados en Norteamérica, y ya está traspasando fronteras.
Alabama, Arizona, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Florida, Georgia, Idaho, Illinois, Indiana, Kansas, Kentucky, Louisiana, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Missouri, Mississippi, Nebraska, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo Mexico, Nueva York, Carolina del Norte, Ohio, Oklahoma, Oregon, Pennsylvania, Rhode Island, Carolina del Sur, Tennessee, Texas, Utah, Virginia, Washington, Virginia del este y Wisconsin están marcados por la aparición de alguno de estos macabros personajes. Los numerosos casos están generando un pánico colectivo y ya se han organizado grupos (que a veces se transforman en turbas) para ‘cazar’ a los bromistas de mal gusto.
La plaga mundial de los payasos asesinos
Desde hace unos días puede decirse que el problema de los payasos siniestros ya no es solo algo que deba preocupar a EEUU. Las redes sociales, un vehículo formidable para dar a conocer muchas buenas causas, le están haciendo un flaco favor al mundo y están ayudando a viralizar y globalizar unas actividades que pueden resultar muy peligrosas y que constituyen un serio delito de alteración del orden público. No se trata solo de bromas de mal gusto, sino de serios altercados en los que se están mezclando violencia, robos, linchamientos y que pueden producir en las víctimas efectos psicológicos como estrés, ansiedad, histeria, paranoia, ataques de pánico, traumas, etc.
Por cercanía, Canadá habría sido el primer lugar al que se ha contagiado esta epidemia. Algunos medios del país han reportado avistamientos en lugares como Ontario, Quebec, Cape Breton, Bowmanville, Halifax, Gatineau, Nueva Escocia o Toronto que están siendo investigados por las autoridades. La policía canadiense recuerda que no es ilegal vestir un disfraz de payaso y que solo hay que preocuparse si esas personas se saltan la ley y se dedican a “infringir el código criminal”. La asociación Clowns Canada está bastante disgustada y cree que da una mala imagen a su ramo. Por el momento, estos payasos parecen más tranquillos que los de sus vecinos.
Conscientes de la tensión por los supuestos avistamientos de payasos limitaremos la participación de Ronald McDonald en eventos comunitarios hasta nueva orden.
Otros países anglosajones con vínculos con la cultura estadounidense, como Australia, también están sufriendo esta oleada. Cerca de un centro comercial en Northam, al noreste de Perth, un grupo de chicas fueron asustadas por un chico de 19 años vestido de payaso y perseguidas hasta una estación de policía. En otro incidente ocurrido en Perth, una mujer habría golpeado a un hombre con un traje de clown este domingo que huyó y no pudo ser encontrado. Se habrían registrado otros avisos de la presencia de estos personajes, pero cuando la policía se personó en los lugares no quedaba ni rastro de las figuras.
Aún así, los vecinos no cesan la vigilancia. Los australianos han creado el grupo de Facebook Perth Clown. "Watch para mantenerse al tanto sobre las apariciones en la ciudad. Ya tiene más de 17.000 integrantes. Un inquietante perfil llamado Ain´t Scary seguido por más de 60.000 usuarios advierte de que “más de 11.000 payasos de toda Australia están aquí para celebrar Halloween contigo”.
Los clowns también están empezando a hacer de las suyas en México. El primer caso y uno de los más populares en redes sociales se ubica en Mérida (Yucatán). El susodicho se hace llamar Orrorozzo y por el momento no ha producido ningún incidente violento o delictivo, aunque se ha dejado ver bastante en los últimos días. Aunque las autoridades no lo califican como una alarma en sí, sí que señalan que es motivo de investigación por las denuncias ciudadanas recibidas este fin de semana. Hay más casos en Ciudad Juárez, Monterrey, México DF, Puebla y Tlaxcala. En el penúltimo se ha llevado a cabo una convocatoria para perseguir payasos, mientras en Tlaxcala se ha hablado de un payaso que perseguía a los estudiantes con un bate de béisbol. Este viernes 14 de octubre se ha organizado en Tlalpan, DF, una cacería. En todas partes Facebook recoge cada vez más este tipo de eventos.
Atemorizando al Viejo Continente
En los últimos días el fenómeno también parece haber cruzado el charco y haberse extendido igualmente a Reino Unido. Hasta ahora, los sucesos se habían concentrado en el norte de Gran Bretaña y Gales, pero ahora también se han empezado a registrar casos en Escocia y el centro y sur de la isla.
En Newcastle un adolescente disfrazado fue arrestado el pasado 30 de septiembre y días después se vio a otro payaso atemorizando a una niña. En Caernarfon se encontró a otro clown cerca de un parque de juegos. En Manchester se ha avistado a otro payaso con un poncho manchado de sangre hace cuatro días. En Sheffield, el mismo día también hubo problemas con otro que iba conduciendo un llamativo carrito. El pasado viernes un grupo de sujetos disfrazados asustaron a los escolares a la salida de un colegio de Liverpool. También este fin de semana un hombre con un cuchillo ha intimidado a algunos pequeños en Durham.
El fenómeno también parece haber cruzado el charco y haberse extendido igualmente a Reino Unido
En Plymouth un payaso vestido de naranja se dedicaba a molestar a los viandantes. En Essex dos clowns que iban en una furgoneta preguntaron a un par de chicas si querían ir a una fiesta de cumpleaños. En Berkshire uno de estos sujetos se dedicó a molestar a los comensales de un restaurante. En Leeds un estudiante quedó bastante asustado tras cruzarse con un payaso asesino en un paso subterráneo. En West Sussex también se han tomado imágenes de clowns ocultos entre las sombras y esperando para atemorizar a la gente. En Lancashire una abuela se enfrentó a uno de estos ‘bromistas’. Y esto podría ser solo el principio.
Al margen de lo sucesos ocurridos en Reino Unido, parece que este fenómenos social (o gamberrada a escala global) no ha calado demasiado en Europa esta vez. Porque el Viejo Continente ya sufrió su particular plaga tiempo atrás. Los falsos payasos aterrorizaron Francia en el otoño de 2014. Decenas de adolescentes fueron arrestados ataviados de esa guisa y portando pistolas, cuchillos y bates de beisbol. Incluso se crearon patrullas ciudadanas para perseguirlos.
Payasos a la española
En España aún no se han registrado incidentes por el momento. Ya tuvimos un pequeño aperitivo hace dos años. En 2014 un inquietante personaje llamado Gijón Clown se dejó ver por la ciudad asturiana durante meses, sin genera altercados pero creando curiosidad y espanto en todo aquel que se cruzaba en su camino. Puntualmente compartía algunas instantáneas en su cuenta de Instagram que hacían crecer su leyenda. Finalmente tres jóvenes gijoneses revelaron en un pequeño documental que se había tratado de un experimento para atraer a los medios y que se hablara más de su ciudad.
En Internet ya se han creado un par de mapas en los que se han marcado los lugares en los que han aparecido los clowns. Además, el fenómeno también puede seguirse en las redes sociales. Con más de 328.00 seguidores la cuenta de Twitter @ClownSightings se dedica a recopilar fotos y vídeos de avistamientos de payasos siniestros.
Mientras tanto, todo el mundo se pregunta por qué muchos millennials han cambiado las máscaras de Anonymous por las de estos poco amigables personajes y en qué momento la realidad ha superado a películas como la clásica It de Stephen King o La Purga 3. ¿Serán esos vídeos con bromas pesadas de canales como DMPranksProductions el origen de esta perturbadora moda? Lo que sí que está claro es que todos estos sucesos solo van a contribuir a que los payasos sigan dándonos mucho miedo. Y es que, según un estudio, la balatrofobia o la coulrofobia están más extendidas de lo que pueda parecer.
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