José Luis Corcuera ha sido el último de la vieja guardia del PSOE, tras los pasos del expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en amenazar a los diputados del PSOE que rompan la disciplina de voto y no acaten la decisión del Comité Federal de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Y lo ha hecho con la brusquedad que ya es sinónimo de sus intervenciones, con una irrupción con cajas destempladas en el el programa de Julia Otero en Onda Cero.
"El ministro de Interior que tuvo que dimitir por la ley de la patada en la puerta", recordaba la conductora del programa, disponiendo el ring para el encontronazo. "Por una palabra en el texto de esa ley", matizaba el exministro de Interior, todavía templado. Corcuera justificaba a continuación su llamada al programa por la "impunidad" con la que la tertuliana Elisa Beni, "sin el menor conocimiento", estaba comentando la crisis del PSOE.
¿Cuál era el delito de Beni que Corcuera pretendía evitar que quedase "impune"? Comentar la información de Daniel Basteiro en EL ESPAÑOL según la cual el "mandato imperativo" del Comité Federal para imponer la disciplina de voto en la investidura de Mariano Rajoy a los diputados socialistas es anticonstitucional. En efecto, la Carta Magna garantiza en dos de sus artículos la "no imposición" como garantía democrática.
"El mandato imperativo obliga a los diputados a defender una decisión de un órgano de decisión" - afirma Corcuera, y a los que desobedecen, "no se les quita el acta de diputado". Sin embargo, el histórico del PSOE insta a que sean ellos, por "coherencia", quienes entreguen el acta tras desobedecer. Cita el ejemplo de Nicolás Redondo Terreros, "que merece bastante más crédito que cualquier otro que pueda decir lo contrario". A la pregunta de si hace referencia a Josep Borrell, recuerda que fue partidario de la abstención hasta dar un viraje en el último Comité Federal.
"Si de mí dependiera los que voten en contra irían al Grupo Mixto" - zanja Corcuera, que asegura que "no perderían su acta de diputado". Efectivamente, los estatutos del PSOE permiten expulsar a los parlamentarios que rompan la disciplina de voto. Pero, sorprendentemente, el exministro socialista asegura que no está planteando echarles del partido sino, insiste, mandarles al "Grupo Mixto". Con lo cual estaría planteando una escisión de los rebeldes del grupo parlamentario en un 'PSOE B', algo que podría no ser únicamente una ocurrencia por su parte: según el diario El Mundo, la gestora se lo estaría planteando. "Será imposible que trabajen con nosotros" - afirman las fuentes citadas. "Sólo podrían hacer dos cosas, o abandonar el grupo y sumarse al Mixto o entregar el acta de diputado".
"Margarita Robles, a la peluquería"
Uno de los argumentos que solivianta a Corcuera es la insistencia en que la desobediencia anunciada de Margarita Robles, exsecretaria de Estado y 'fichaje' de Pedro Sánchez para los últimos comicios, supone una rémora moral para el partido. El histórico socialista comienza su intervención ironizando sobre cómo fue "elegida por la militancia" como número dos por Madrid pero, acalorado, abandona toda pretensión de sarcasmo en los minutos finales: "¡Fue elegida a dedo!"
Robles, argumenta Corcuera, es una figura independiente y por lo tanto "hará lo que le parezca bien" sin que ello suponga un lastre para las decisiones internas del partido. Es libre "de ir de la magistratura a la política y de la política a la magistratura" como quien "va a la peluquería", una comparativa de tufo machista a la que se aferra a medida que se eleva el tono y arranca bufidos a sus interlocutores.
El final de estos breve pero intensos ocho minutos es dedicado a un intento de réplica por parte de Elisa Beni, rápidamente interrumpidos por Corcuera que la tacha de "sabihonda". "¿Usted sabe algo de marxismo? ¿Usted sabe algo del PSOE?" - se mofa de la tertuliana. "¡Que se vaya a la peluquería!" - insiste el veterano socialista sobre Robles, pese a los reproches de Otero y los resuellos de incomodidad del resto de participantes.
El regreso de José Luis Corcuera a la primera línea de la opinión política de mano de la crisis del PSOE llegó acompañado de las mismas polémicas sobre sexismo y hostigamiento a los periodistas. A la salida de la comida que había organizado para otros históricos del partido, espetó a la reportera Marta Nebort: "¿Tú eres de Podemos?". En el 'segundo round', insinuó que el partido de Pablo Iglesias tenía "derecho de pernada" con ella.