Los años pasan, las barbas vienen y van, el cabello encanece, pero la cuadrilla sigue siendo la misma. Fiel a la tradición, el periodista de COPE ha publicado la fotografía de la cena de Navidad que cada 22 de diciembre le reúne con los también periodistas Salvador Sostres y Arcadi Espada, y con el portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados Juan Carlos Girauta como cuarto palo de la baraja.

Como los anuncios de Freixenet, la Lotería y Campofrío, la foto de la cena a cuatro de Carlos Herrera va camino de asentarse como un icono de las Navidades. "Hasta aquí hemos llegado", escribía el periodista, jugando a hacer cundir la ambigüedad entre sus seguidores. ¿Hay que entenderlo como una mirada atrás emocionada sobre la amistosa compañía que perdura pese al tiempo o, al contrario, está anunciando la disolución de los 'cuatro fantásticos'?

Herrera nunca ha ocultado que en su cónclave navideño se habla de trabajo; más bien presume de ello. En 2013 presentaba la foto como "cena conspirativa"; poco después, COPE anunciaba el fichaje del comensal Sostres. El año pasado se jactaba de la relación de "confianza" con el "diputado Girauta".

Basta echar un vistazo a las menciones para comprobar que Herrera disfruta con las reacciones encontradas que la foto de su pandilla genera en redes. Las más clementes dentro de la crítica la consideran el epítome del "cuñadismo", el estilo castizo y ramplón sobre el que El ESPAÑOL reveló el fenómeno derivado del "cipotudismo". El principal exponente sarcástico de esta corriente de pensamiento en Twitter, 'Cuñado', ha lamentado haber sido excluido de la cena, lo que le obligará a photoshpearse un año más.

La velada no hubiera sido completamente 'cipotuda' sin un intercambio de tortas - dialécticas - como aperitivo. Herrera, en una especialización temática inusual para un informador, dedica últimamente su cuenta a reseñar los placeres de la gastronomía. Normalmente aguanta con indiferencia los ataques de otros usuarios de la red social pero su paciencia se colmó con un desaire a la "butifarra de La Tomaquera" y a su persona.

"Si donaras la mitad de lo que te comes, seguro que más de una familia no pasaba hambre" - criticaba un tuitero en respuesta a su fotografía del jugoso embutido. "Tremendo. Ha sido detectado un idiota suelto sin control!!!!" - contestaba el periodista sin ahorrarse puntos de exclamación. 

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