Cuando muchos todavía se dolían de la muerte de George Michael, 2016 remataba su triste fama de año negro con la noticia de que Carrie Fisher, actriz, escritora y activista en la visibilización de los trastornos psiquiátricos moría a los 60 años. Santiago Segura fue uno de los fans de Star Wars que quiso expresar sus condolencias en la red; su primer impulso fue el de tuitear "No, por favor, Carrie no..." junto a un posado de Fisher enfundada en el bikini dorado de El retorno del Jedi sin sospechar la polémica sobre sexismo que iba a desatar.
La prenda convirtió a la actriz en icono sexual, pero también ha sido objeto de controversia en los más de 30 años que distan del estreno del Episodio III. Las circunstancias argumentales en las que la princesa Leia termina vistiéndolo son denigrantes para ella: capturada por el hampón alienígena Jabba El Hutt mientras intenta rescatar a Han Solo, es esclavizada, encadenada y humillada antes de que la heroína se cobre su venganza.
Que la escena que ha protagonizado tantas fantasías masculinas provenga de la reducción de un personaje femenino independiente, líder e inspirador a objeto sexual ha sido objeto de críticas en las revisiones con mirada en pie de Igualdad de la saga. La propia actriz, en su estilo ácido, consideraba la polémica "basura". "No me considero una sex-symbol, esa es la opinión de otros que yo no comparto". Pero en una entrevista en 2015 le hacía esta recomendación a Daisy Ridley, la actriz que tomó el relevo como protagonista femenina en las nuevas películas: "Pelea por tu vestuario. Di no al bikini. No seas una esclava como lo fui yo".
El tema del atuendo es esclava es tan espinoso que Disney, propietaria de los derechos de Star Wars, decidió hace un año hacerlo desaparecer: no se volverá a reproducir ni en imágenes, disfraces o juguetes. Pero desterrarlo del imaginario popular no es tan sencillo. Ante las acusaciones en tromba de sexismo y de falta de gusto, y avisado de que el traje había molestado a la actriz en vida, Segura reculaba borrando el tuit y colgando otras imágenes.
Sin embargo la violencia en las redes escala rápido. El actor y productor se revolvió contra las acusaciones que, recuperando un comentario de Instagram en el que afirmaba que le disgustaba el "feminismo" por ser "un club solo de chicas", le llegaban a acusar de lamentar la muerte de Carrie Fisher "sólo porque estaba buena". No faltó quien notó la diferencia entre las fotos de condolencias que subió para homenajear a artistas masculinos fallecidos.
"Me ha dejado hecho polvo la noticia y ha venido a mi mente la icónica imagen que marcó mi adolescencia. Lo siento" - continuaba disculpándose Segura. "¿Sexualizada? Lamento no estar de acuerdo. Una foto en la que estaba muy atractiva y radiante es lo que me parecía a mí". Finalmente, uno de su más de tres millones de seguidores le ponía en la pista de otra versión de Carrie Fischer sobre el bikini de marras: "Sí que me gustaba el bikini de metal... ¡Ojalá cupiese en él todavía!", había declarado a Time.
Para poner fin a la discusión, Segura dedicaba a Carrie Fischer un recorrido fotográfico completo. Y sí, el bikini dorado volvía a aparecer:
El curioso posado playero de la princesa Leia abrazada a Darth Vader proviene de una sesión fotográfica que realizó para la revista Rolling Stone y que salió a la luz recientemente:
¿Es sexista y denigrante para Carrie Fischer recordarla en su bikini de esclava? La propia actriz ofrecía una tercera versión a NPR para interpretar sus sentimientos encontrados sobre la prenda. Según ella se lo encontró por sorpresa en la escena; era de metal y no le encajaba bien, por lo que apenas se atrevía a moverse para no mostrar demasiado. "Tienes derechos sobre mi cara, no sobre el resto" - le llegó a decir a George Lucas.
"Lo que lo redime es que pude mata a Jabba, y lo disfruté tanto. Le corté el cuello con esa cadena con la que lo maté. De verdad que me regodeé porque odiaba estar vestida así y tener que estar sentada rígida y quieta, y no podía esperar a matarlo".
Así que hay al menos una forma correcta de recordar a Leia y su bikini:
Y muchas otras más, empezando por la sonrisa que iluminó una galaxia.