Desde la altura de su metro ochenta y cinco, el rostro cubierto por la icónica mueca del casco de un soldado imperial, las anchas espaldas rematadas por las hombreras de la armadura y un gigantesco cañón entre las manos, la figura del heavy weapons trooper intimida. George Lucas o J.J. Abrahams no dudarían en otorgarle la escolta de Darth Vader para representar el poder bruto del Imperio. Pero bajo la máscara hay un rostro humano, el de Tom, que debe atarse cuidadosamente la perilla primero para que no se enrede en los ventiladores que evitan que se sofoque. Y una vocación comprometida que va mucho más allá de la pasión por Star Wars.
"Me uní a la Legión 501 el pasado julio. Me he fabricado desde entonces cuatro trajes: el de stormtrooper, aunque a los que somos grandes nos endosan las heavy weapons; también el de tusken [morador de las arenas] y de wampa [el 'yeti' que capturó a Luke Skywalker]. He hecho once misiones, mínimo una al mes". En su terminología, las 'misiones' son las apariciones públicas y los actos solidarios. "La última fue para Izan, que tiene ocho años y síndrome de Angelman. Siempre voy cuando se trata de niños. A mi mujer no le gusta Star Wars y al principio no le pareció bien que me gastara 1.200 euros en un traje; ahora llevo 4.000 invertidos. Pero nosotros perdimos dos hijos, y ella entiende y apoya la causa".
El lado oscuro tiene un corazón de oro. También el bando rebelde, por supuesto, e incluso los cazarrecompensas agrupados bajo el emblema de los Mandalorian Mercs. "¡Pero lo malo seduce más!" - asegura Fernando Nuñez, coordinador de la Legión 501 para la zona centro. Son 15.000 reclutas en todo el mundo, 400 en España. Y con el renacer de la saga cinematográfica, confiesa, "no damos abasto" entre solicitudes de adhesión y convocatorias para actos. Las puertas están abiertas a cualquiera con deseos de cooperar y un atuendo propio inspirado en el universo de Star Wars. "Pero no de los buenos, los butanitos" - bromea Nuñez en referencia al color naranja de los monos de los pilotos rebeldes - "Esos, a la Rebel Legion".
No es un requisito sencillo: en la Legión no hay disfraces, hay trajes de calidad cinematográfica. Adquirirlos es una labor minuciosa de coleccionismo y artesanía, de trabajar plásticos, resina, fibra de vidrio... y de adquirir los complementos que no se pueden fabricar. Un gasto ingente de tiempo y dinero: Nuñez aconseja a los aspirantes paciencia, entrar en los foros de la web y dejarse aconsejar sobre los proveedores. Y elegir un personaje a la medida del bolsillo. "Una réplica exacta del traje de Darth Vader sale por 3.600 euros, pero el uniforme de oficial, que es de tela, puede salir por 300 euros". ¿El más caro? Boba Fett, el mercenario que atrapó a Han Solo en carbonita: su armadura cuesta hasta 5.000 euros.
La legiones son una organización internacional autorizada oficiosamente por la todopoderosa Disney. Tienen su sede en EEUU, de donde parte un organigrama marcial de comandantes y oficiales que se renueva anualmente. También es la sede estadounidense quien gestiona el espinoso tema del copyright y autoriza los actos en los que pueden participar. Para las acciones solidarias, explica Nuñez, no hay restricciones. Puede haberlas para eventos corporativos y promocionales, pero en cualquier caso, la recaudación acabará en el mismo sitio: fines solidarios.
"Chicos malos que hacen buenas obras", reza su emblema. La reciente misión en el Expocómic de Madrid les reportó 1.389 euros para la fundación Dacer por la rehabilitación del daño cerebral. "La gente nos llama ahora para cualquier cosa" - asegura Nuñez con orgullo. "Y nosotros encantados". Interpretar a personajes de Star Wars es una pasión compartida y a cada uno de ellos les asoma la emoción en la voz al recordar la experiencia. "Cuando la madre de un niño ingresado en oncología te dice que le has hecho sonreír por primera vez en seis meses... eso es lo más grande que te puedas imaginar".
Manuel - Darth Nihilus
"Descubrí la Legión 501 en un Expocómic y nos enamoramos al momento. Mi traje es el de un personaje de Star Wars: Caballeros de la Antigua República. Me ha costado 500 euros, 230 solo para el sable láser. Llevo un año y he realizado 28 misiones. La más espectacular, la del pasado abril en Cuenca, un desfile que reunió a 6.000 personas. Las que te llegan más a la patata son las recogidas de fondos y las visitas hospitalarias. Soy de Toledo, y la visita al Hospital Nacional de Parapléjicos significó mucho".
Marta - Piloto rebelde
"Mi hermano y mi tío me metieron en el mundo Star Wars desde que era un mico: mi primer traje fue el de princesa Leia. Llevo ocho años en la Rebel Legion. El de piloto me lo he hecho por entero yo, calculo que me ha costado entre mil y mil quinientos euros. No es obligatorio que lleve casco, me permite interpretar a un personaje alternativo, el de piloto twi'lek [los alienígenas con tentáculos como "coletas"]. Además serían 250 euros más. Tengo trajes de jedi, de Padme Amidala y de explorador rebelde. La mochila ewok no es canónica, pero me encanta".
Bruno - Soldado de asalto
"Llevo un año en la Legión 501. Pero entrar me llevó dos, los que tardé en preparar el traje: las piezas de plástico formado, que tienes que adaptar y montar por partes, las armas, que también se hacen pieza a pieza... He participado en 15 misiones, en hospitales de Jerez, Valladolid, Móstoles... Las visitas a los pacientes de las plantas pediátricas y de las de psiquiatría fueron las más duras. Pero ves que ellos disfrutan, y tú disfrutas también".
Joaquín - Piloto rebelde
"Empecé hace nueve años al descubrir las actividades de la Rebel Legion en foros de Internet. Además de piloto tengo trajes de jedi y de soldado clon. ¿Cuánto me he gastado? Intento no calcularlo. Hago como mínimo una misión al año. Las que te marcan más son las visitas a los hospitales. La más reciente ha sido la recaudación de fondos para la Fundación Alba Pérez para la lucha contra el cáncer infantil. En Torrejón de Ardoz, en el Galaxy Welcome Day, recaudamos 4.200 euros para la Fundación Aladina de atención a pacientes de pediatría oncológica".
María José - Piloto de caza imperial
"No puedo quitarme el casco y mostrarte el rostro. Rompería la magia: el Imperio es por definición deshumanizado. Soy miembro desde febrero y estuve en el desfile por la semana de Concienciación sobre el Autismo en Cuenca; también he participado en misiones como personal de apoyo, porque no todos podemos vestirnos solos. El traje de piloto me ha costado 1.500 euros pero vale por dos: sin el casco y los aparejos soy piloto de reserva. Ahora estoy fabricando otro de tusken, tiñendo telas, que me saldrá por unos 300 euros. Llevo toda la vida haciendo voluntariado. Cuando descubrí a la Legión 501 en un Expocómic, vi que podía juntar las dos grandes pasiones de mi vida".