Facebook censura la estatua del dios Neptuno por ser una imagen "sexualmente explícita"
En la Jungla. Tras 'La niña de Napalm' y 'La mano de Erasmo de Rotterdam', ahora le ha tocado el turno al dios del mar.
3 enero, 2017 14:02Noticias relacionadas
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Sortear los filtros censores que Facebook ha impuesto a los desnudos, ya seas persona, animal o cosa, se está convirtiendo casi en un imposible. La red social creada por Mark Zuckerberg tiene una rigurosísima política y no duda en condenar al ostracismo imágenes o cuentas que suban a la red contenido con una mínima interpretación de índole sexual. Este hecho ha dado lugar a situaciones de lo más insólitas y la última parece haber terminado de rizar el rizo. Facebook ha censurado la imagen de una estatua de plomo de Neptuno de Bolonia por considerarla “sexualmente explícita”.
La instantánea fue subida a la red social por la escritora Elisa Barbari, que habitualmente comparte en su página personal contenido relacionado con su ciudad, Bolonia. Tal y como señala The Guardian, la italiana había elegido al dios del mar para ilustrar su página en la red social. Sin embargo, a los pocos días se encontró con la negativa. La red social consideraba que el dios Neptuno “violaba las normas de Facebook” y mostraba “en exceso el cuerpo, concentrándose en algunas partes del cuerpo sin que sea necesario”.
La red debe ser un lugar virtual seguro para los visitantes, incluidos los numerosos niños que lo utilizan
Barbari, estupefacta ante lo acontecido, decidió responder a Zuckerberg y los suyos con una nueva imagen de la estatua creada en 1560, esta vez unida a un lema: “Sí a Neptuno, no a la censura”.
Facebook, días después, enviaba un nuevo mensaje a la joven pidiéndole disculpas y excusándose: “Nuestro equipo procesa millones de imágenes publicitarias cada semana y, en algunos casos, prohibimos anuncios de forma incorrecta. Esta imagen no infringe nuestra política publicitaria. Pedimos disculpas por el error y anunciamos que vamos a aprobar su anuncio”.
Ni Neptuno ni Neptuna: las censuras artísticas más sorprendentes de Facebook
Un ejemplo parecido a la reciente condena del hijo mayor de los dioses Saturno y Ops, hermano de Júpiter y Plutón, a cuyo cargo quedaba el control de todas las aguas y mares, fue la censura de la vulva velluda de El origen del mundo de Gustave Courbet. El caso de esta obra que se expone en el Museo de Orsay de París y que cualquiera que haya cursado Historia del Arte habrá visto, se ha repetido en más de una ocasión y en todos los casos ha recibido las pertinentes denuncias de los usuarios responsables de las cuentas en las que se compartió el famoso cuadro. Claro que Facebook ya se lo explicó al artista danés Frode Steinicke, uno de los primeros afectados por la censura a la obra de Coubert: “La red debe ser un lugar virtual seguro para los visitantes, incluidos los numerosos niños que lo utilizan”. Seguro y libre de obras maestras del arte moderno, claro que sí. Las cuentas fueron reabiertas con sus respectivos pubis eliminados.
El dios Neptuno violaba las normas de Facebook y mostraba en exceso el cuerpo, concentrándose en algunas partes del cuerpo sin que sea necesario
En la misma línea, alcanzando un grado de controversia y denuncia que consiguió que el propio gigante azul se retractarse aludiendo la censura a un “error humano”, está la prohibición de la ilustración de la mano del humanista Erasmo de Rotterdam dibujada por Hans Holbein. Ni pechos, ni pezones, ni traseros ni entrepiernas de cualquier género. Una extremidad corporal que ni siquiera tocaba, sostenía o insinuaba nada más que mostrar sus cinco dedos, nudillos y falanges, cuya eliminación de la plataforma se tradujo en un aluvión de protestas y la consecuente vuelta a la red del dibujo de la mano.
Tampoco le gustan las fotografías que revelan como pocas obras plásticas acontecimientos históricos. No si estas contienen cuerpos desprovistos de prendas que corren -huyen- hacia el objetivo. De ninguna de las maneras, ni aunque los personajes estén en tales condiciones por haber sufrido el primer ataque de bomba nuclear de la historia. Hablamos de La niña de Napalm, la icónica fotografía capturada por Nick Ut que Facebook decidió tildar de obscena por estar protagonizada por una niña desnuda.
Ojo, que no es necesario que lo que se comparta sea una imagen de un cuerpo desnudo o similar. La red social censura cualquier contenido que pueda interpretarse como de índole sexual puede buscarse problemas, y así le ocurrió a la poetisa Luna Miguel, que vio como tras la denuncia de otro usuario de la portada de su libro ‘El dedo’ (Capitán Swing, 2016), en la que aparecía un dibujo simbólico, le impedían el acceso a su cuenta personal. "Esto es muy duro, después de llevar tanto tiempo ahí y sabiendo que parte de tu trabajo depende de ello. Me da mucha rabia porque mi trabajo depende un poco de las redes sociales", explicaba la autora a EL ESPAÑOL.
Querido Facebook, quedamos pendientes de la próxima vez que la censura de obras e imágenes históricas te parezcan poco adecuadas.