Lo del domingo pasado fue la gota que colmó el vaso. Miguel Ángel Romero, óptico y aficionado malaguista, vio desde casa cómo un nuevo error arbitral provocaba que el enfrentamiento de su equipo y el Villarreal acabase en empate. El árbitro cometió dos fallos que acabaron decantando el devenir del partido: el primero, obviar un penalti sobre el Málaga; y el segundo, pitar otro inexistente a favor del Villarreal. Y dijo basta. Cogió un folio A4 y escribió: "Campaña de revisión ocular al colectivo arbitral. No más fueras de juego, no más penaltis mal señalados. En Óptica Los Tilos nos ofrecemos a revisar la visión y verás como un lince". Y lo puso en el escaparate de su establecimiento.
La protesta fue compartida también a través del Facebook de la óptica y de Twitter, y las redes sociales hicieron el resto. "En realidad, esto surgió de forma espontánea, con la intención de llamar la atención por la falta de visión del colectivo arbitral porque lo del domingo fue muy clamoroso", explica el gerente de la óptica desde el otro lado del teléfono.
Romero asegura que lejos de hacer sangre, lo único que pretendía con el cartel era ponerle un toque de humor al asunto y desdramatizar la situación que estaba viviendo su equipo. "Basta ya de pitar penaltis sin una visión clara. Si hay que pitarlos, al menos que sea porque los has visto bien", explica con sorna el óptico.
El éxito que ha tenido el cartel en las redes sociales ha sorprendido a este malagueño de 57 años y hay quien lo acusa de orquestar una campaña de marketing para promocionar su negocio. "Si nuestra intención hubiese sido ésa, no habríamos utilizado un A4, sino que habríamos puesto un letrero mucho más grande", subraya.
La iniciativa tampoco ha sentado bien dentro entre el propio colectivo arbitral, y hay quien ha utilizado Facebook para criticar que la "buena prensa" de un establecimiento a través de la "mala fama" que se atribuye a un colectivo. "En este tipo de ejemplos es donde podemos observar la cantidad colosal de ignorancia, y no solo en el aspecto meramente deportivo que tienen algunos amantes del deporte. Imagino que el autor de esto, nunca apreciará una buena labor arbitral y deja bastante claro sus escasos conocimientos profesionales a la hora de realizar su trabajo y el escaso valor moral y ético de empatía", se puede leer en un crítico mensaje.
"A ver, yo creo que nadie tiene por qué enfadarse. Y yo creo que tenemos derecho a hacer una crítica de la labor arbitral. Si yo lo hago mal en mi profesión, cualquiera puede quejarse por ello", argumenta. "Y es que, además, las decisiones arbitrales cuestan mucho dinero. Acuérdate de lo que le pasó al Málaga en la UEFA".
Según cuenta el óptico, su clientela ha acogido muy bien la iniciativa y no lo ven más que como una broma. Eso sí, ningún árbitro se ha acercado hasta la óptica malagueña para someterse a revisión alguna hasta la fecha.