Corria el tórrido verano de 2008. El Amo a Laura había introducido en nuestras vidas un par de años antes el concepto de viralidad, un mantra manejado por aquél entonces únicamente por el márketing de vanguardia. El iPhone llegaba a manos de la élite, las masas nos comunicábamos por SMS, cadenas de correos electrónicos y messenger. Si te hablaban de redes sociales, pensabas en MySpace. Faltaban meses para que Pedro Sánchez se animase a probar Twitter y desearnos 'buenos días in the morning'. Fue entonces cuando una tormenta perfecta de blogging, agregación de contenidos y sequía informativa global puso a Avilés en el centro del mapa de redes.
El hombre en el centro de la vorágine, José Martínez Fernández, 'Pepe Tuttifrutti' o 'Pepe el del Goloso' en honor a sus dos quioscos, uno en su villa de Grado natal y el otro en Avilés, murió el pasado 28 de Febrero a los 71 años. Al propietario de 'El Goloso', vendedor de chuches, frutos secos y encurtidos, se lo ha llevado la diabetes. "Hacía un año no venía por el quiosco. Sabíamos que estaba enfermo por no hasta este punto. Ha sido un palo" - cuenta Miguel Artime, el bloguero Maikelnai. Cliente y vecino, fue su bitácora la que catapultó la historia y su foto la que reprodujeron agencias, medios y telediarios de todo el mundo. "Y sin llevarme yo un duro" - recuerda todavía con la serenidad del bregado en las prácticas del mundo online.
Maikelnai divide su tiempo entre su oficio al frente de un despacho de aduanas y la divulgación científica en plataformas como Naukas y Yahoo; el nombre, de hecho, se lo otorgó la NASA cuando participó como traductor voluntario del proyecto Astroseti. La asimilación fonética al personaje protagonista de El coche fantástico. En su blog hay espacio para toda suerte de asombros diarios, y de este modo reseñaba el 5 de agosto de 2008 que "Homer Simpson ya tenía su moneda de euro".
"Como veis, parece que algún seguidor de los Simpsons (o algún republicano, que también podría ser) decidió hacer desaparecer la tradicional efigie del monarca de esta moneda de 1 Euro, y aprovechar el contorno para sustituirla – supongo que empleando instrumentos de joyero – por la menos regia caricatura de Homer Simpson" - relataba entonces. La moneda había aparecido presuntamente en la caja; su creador quedaba en el misterio. Miguel contaba que a Pepe le habían llegado a ofrecer 5 euros por el hallazgo, pero no renunciaba a él considerándolo un "amuleto de la suerte".
El blog de Maikenai estaba por entonces alojado en El Comercio de Avilés. Un lector lo envío al decano de los agregadores, Menéame, donde desbancó a los grandes medios y se convirtió al instante en la noticia más vista del día. Eso animó a Miguel a apostar a lo grande, postulándola en las webs de referencia: Digg, Boing Boing, Yonkis.com y Neatorama. Fue esta última la que le dedicó la primera reseña. Al tiempo, la prensa se iba haciendo eco: una contraportada en La Voz de Avilés y de ahí al telediario de Antena 3 por su inmediata relación con su serie estrella, Los Simpson.
"Yo estaba en un hotel en Tenerife entonces. Tenía que conectarme a un ordenador con monedas para seguir cómo la bola iba creciendo". Reseñas en El Mundo, El País, The Independent, La Repubblica, la cadena madre de la familia amarilla Fox, el Telegraph y The Times. Agencias internacionales como AFP y Reuters la seleccionaron para su sección de 'noticias insólitas' y las distribuyeron a sus clientes internacionales.
Para cuando Miguel regresó a Avilés, Pepe y 'El Goloso' eran un fenómeno. "Mi hija estuvo invitada a chuches dos semanas". Un ciudadano alemán aseguró haber comprado la famosa moneda por 122,5 euros en E-Bay, pero resultó ser una copia realizado por un abulense, que no avilesino. El euro de Homer se citaba en publicaciones económicas que hablaban de la cotización del dólar frente a la moneda común europea. Pasó el verano, y la tranquilidad regresó al barrio de Sabugo.
La verdadera historia
Cualquier historia de viralidad es la de una fama efímera. "La he liado parda" es una frase que podrá vivir durante generaciones cuando ya nadie recuerde quién y cuándo la pronunció, para alivio de muchos de sus protagonistas. La versión oficial de la historia de Pepe siempre contó que el responsable de modificar las facciones del rey Juan Carlos I para transformarlas en las del vecino más famoso de Evergreen Terrace le era desconocido. "Pero debe ser un profesional, por la calidad del trabajo" - declaraba a Reuters. En realidad sabía más de lo que contaba.
Como descubrió más tarde Miguel, el creador del euro de Homer era un joyero que usaba las monedas para practicar con sus herramientas de orfebre. "Me enseñó varias en su taller. En una de ellas había esculpido a Elvis" - cuenta el blogger. ¿Por qué nunca salió a la luz? Porque la práctica no es, strictu sensu, legal. "Es delito alterar una moneda, así que si eres aficionado al grabado debes saber que no conviene que te pillen fabricando uno de estos" - ya advertía Mailkenai en la época.
La forma en la que la preciada pieza llegó a manos de Pepe tampoco fue casual. Resulta que el quiosquero era un ávido coleccionista de moneda. Y el euro de Homer había sido un regalo del joyero a uno de sus clientes ante el que presumió de catálogo. "Sí, pero ¿a que este no lo tienes?" - retó el cliente sacándolo de su bolsillo. El flechazo fue instantáneo: Pepe insistió y rogó hasta tenerlo entre sus manos. ¿Por qué esta persona tampoco dio jamás su versión de los hechos?. "Era guardia civil" - revela Miguel. "Y no quería meterse en problemas".
Queda un último enigma por dilucidar: ¿Qué ha sido del famoso euro de Homer? Miguel no alberga dudas sobre si Pepe se lo ha llevado consigo. "La última vez que lo vi, hace año y medio, todavía lo tenía. Jamás se quiso desprender de él".