El ataque terrorista que tuvo lugar el pasado 22 de marzo en Londres dejó imágenes angustiosas y demoledoras de las víctimas. Una de las que más se ha hablado en las últimas horas ha puesto el foco sobre la actitud mostrada por una mujer que se encontraba en el puente de Westminster minutos después del incidente.
En ella se ve a una joven con pañuelo que mira el móvil que lleva en la mano mientras pasa por delante de un grupo de gente que atiende a uno de los heridos. La interpretación que se ha hecho de ella ha vuelto a reabrir el debate sobre los prejuicios con los que nos enfrentamos a las noticias y la necesidad de aportar un contexto a lo que vemos en las redes sociales.
Todo comenzó cuando el tuitero Texas Lone Star, compartió la foto con la siguiente descripción: "Mujer musulmana que no se inmuta ante el espantoso ataque, camina tranquilamente junto a un hombre que se está muriendo mientras mira su teléfono".
El tuitero estadounidense, que minutos después creó un montaje en el que comparaba la actitud de la joven con la mostrada por otros testigos del incidente, fue rápidamente contestado por quienes le acusaban de utilizar la fotografía a su favor para refrendar sus argumentos islamófobos -él mismo se define en su perfil como detractor del Islam, seguidor de Trump y orgulloso patriota texano y americano-.
Tras la polémica generada en las redes sociales, Jamie Lorriman, el fotógrafo freelance que tomó la imagen ha explicado lo que parecía obvio: que no puede juzgarse a la chica por esa imagen. "En otra foto de la secuencia se la ve realmente angustiada", explica. De hecho, en su opinión, "se la ve consternada en las dos fotos".
En declaraciones a la cadena estadounidense ABC News Lorriman recuerda la atmósfera que se vivió instantes después del ataque como "una extraña calma" y que la gente "no gritaba o chillaba". Lorriman señala que "asumir que ella estaba ignorando a alguien es algo imposible de saber; por la expresión de su cara, estaba horrorizada, se encontraba en medio de una situación traumática".
El fotógrafo explica que "probablemente la joven solo quería alejarse del puente" y dice sentirse mal por la libre interpretación que algunos han hecho de la imagen: "Lo siento mucho por ella. Si ha visto esto seguro que se siente fatal", concluye.