Largo, larguísimo se hizo el programa que Bertín Osborne dedicó al expresidente del Gobierno José María Aznar. Mi casa es la tuya se extendió hasta bien entrada la madrugada y, si bien dejó un puñado de declaraciones de relieve como que el antiguo líder del PP no regresará a la política aunque le pique "el gusanillo", los irreductibles telespectadores que aguantaron hasta el final tuvieron que acudir a las redes para animarse con los detalles más 'marcianos' del encuentro.
Marcianos, sí, porque entre confesiones solemnes referentes a la guerra de Irak o el 11-M un ovni llegó a sobrevolar la conversación; el atributo físico más famoso del expresidente, su bigote, o su ausencia más bien, acaparó el escrutinio online; y Mariano Rajoy fue mencionado como tiende a ocurrir cada vez que Aznar habla en público para no salir excesivamente bien parado, en esta ocasión a tenor de sus méritos como invitado y sus elecciones culinarias.
Supera eso
"No tengo una foto mejor que la de las Azores". Ese es el titular que deja el programa: José María Aznar considera la cumbre junto a George W. Bush y Tony Blair con la que España apoyó la intervención unilateral en Irak como uno de los hitos de su presidencia. Puestos a tirar de hemeroteca, los tuiteros tenían otras sugerencias.
"El bigote de Shrödinger"
Con permiso del flequillo de Trump, el vello facial de José María Aznar es uno de los primeros iconos de la política que vienen a la mente, pero este accesorio ya no lo acompaña en su nueva etapa. Son indisociables hasta el punto de producir en los espectadores efectos ópticos, sin embargo. Como en el caso de la hipótesis de Schrödinger en el que un gato en una caja puede estar vivo y muerto al mismo tiempo, el bigote de Aznar es un imponderable cuántico.
Jordi Évole, reportero de Salvados, ha enlazado las dos cuestiones, la foto de las Azores y el debate mostachudo, para tirar de su famoso sarcasmo recordando el controvertido motivo que justificó el apoyo a la operación militar de EEUU.
Empanada y aceite
Los primeros momentos ya colmaron las expectativas de quienes esperaban contemplar un derroche de tópicos rojigüaldas, con un surrealista intercambio a cuenta del "aceite español" con el que Aznar obsequió a su anfitrión. Mariano Rajoy acabó terminando atrapado en el fuego cruzado cuando Bertín rememoró que le había traído una empanada entera en la ocasión en la que le entrevistó. El expresidente del Gobierno, que previamente había dicho que su relación con su sucesor no era "cercana como para salir a cenar", tiró también de ironía: "¿Y qué hizo? ¿Cortó la empanada? Eso tiene mucho mérito".
Ovnis y fantasmas
Bertín no da puntada sin hilo, y aprovechó la disponibilidad del expresidente del Gobierno para plantear cuestiones que había dejado en el aire un invitado anterior: el periodista Íker Jiménez, que había hablado de la leyenda del fantasma del Palacio de la Moncloa y del avistamiento de un Ovni que presuntamente se había producido desde el avión de las Fuerzas Armadas que trasladaba a los Reyes. Aznar recuperó su famoso 'Cero patatero' para dar carpetazo a los 'Expediente X' castizos.
Tanda de penaltis
No solo hubo lugar para la conversación y la mesa, sino para el ejercicio, sacando el apego futbolero Aznar que de pequeño quería ser "Di Stefano" y que terminó cultivando una gran amistad con la leyenda argentina una vez en Moncloa. También tuvo ocasión de pegar unos chutes - con la izquierda.
En definitiva: Aznar pudo relajarse y sacar su lado más natural.