Estaba enfermo y quería ser torero. En las redes sociales se escondían los peores deseos: "Que se muera", decían algunos antitaurinos. A Adrián, un niño de apenas ocho años, su ilusión le aportó visibilidad e insultos. Afectado por sarcoma de Ewing, su padre confirmaba su muerte este sábado, después de meses enfrentándose a la enfermedad: "Al menos él ya ha dejado de sufrir".
Adrián no se enteró de los insultos y siguió adelante con su lucha. Por el camino también ganó apoyos. Este domingo, esa misma Red que cortó la ilusión de su familia, le despide "por la puerta grande".
El hastag #DEPAdrián se convirtió, minutos después de transcender su fallecimiento, en uno de los primeros trending topics en España. Los mensajes de apoyo a la familia y de recuerdo al chaval se sucedieron en Twitter durante toda la noche.
La semana de antes ya había comenzado una cadena para mandar fuerza a Adrián, cuando su salud ya se debilitaba de manera progresiva.
Su padre, Eduardo Hinojosa, es muy activo en redes sociales. Compartía los momentos de Adrián afrontado la enfermedad y pronto el tuitendido lo acogió como uno más.