Su nombre es Abd Alkader Habak y, desde este domingo, su imagen se ha convertido en el icono del dolor y la tragedia en Siria. Este reportero gráfico se encontraba el sábado en Alepo, la ciudad en la que un atentado suicida con coche bomba dejó más de 100 muertos. Según el director del Fondo de Naciones Unidas, Anthony Lake, entre ellos había más de 60 menores de edad.
Abd Alkader Habak, de origen sirio, viajaba en el convoy de evacuados contra el que se dirigió el atentado y no dudó en dejar la cámara en un segundo plano para ayudar a los niños heridos que se encontraban entre los hierros y las llamas. El coche bomba se había introducido en el lugar de la tragedia con la excusa de entregar ayuda humanitaria en una zona de la periferia de la localidad siria.
La instantánea que ha dado la vuelta al mundo muestra al fotógrafo segundos después de la explosión. El reportero corre desesperado entre el horror y lleva en sus brazos a uno de los menores. En otra foto posterior, Abd Habak se derrumba y rompe a llorar junto a un cadáver. Distintos compañeros captaron los momentos de desesperación de este sirio y las diferentes imágenes han sido compartidas miles de veces en apenas 24 horas.
Ala'a Shehabi, una de las usuarias que compartió la foto, ha explicado que "seguramente, el hombre y el niño pertenezcan a distintas sectas, pero esta foto demuestra que ningún sirio de verdad quiere la aniquilación de los otros".
El mismo día, el propio fotoperiodista lanzó un escueto mensaje a través de su cuenta de Twitter. "Lo que mis colegas y yo hemos hecho hoy es inspirar humanidad a los socios de quienes matan niños como los de Khan Sheikhan".
En su cuenta de Facebook, Abd Habak ha compartido un desgarrador vídeo del canal británico 'Channel 4' en el que se ve el devastador efecto del coche bomba. Él mismo narra en primera persona el horror que se vivió. "No tengo palabras para explicar lo que ocurrió. Estaba de pie, al lado de un coche que distribuía comida a los niños. Me encontraba sólo a unos pocos metros cuando de repente hubo una explosión masiva. Mi cámara cayó al suelo y fui impulsado hacia atrás", relata en el vídeo.
Cuando Abd Habak fue capaz de incorporarse, cogió la cámara y se dio cuenta de que un niño necesitaba ayuda. "Miré su cara y pude ver que estaba respirando. Lo recogí del suelo y empecé a correr hacia la ambulancia. No sé lo que ocurrió con el niño, pero lo puse en una ambulancia y lo llevaron a uno de los hospitales que se encuentran dentro de la zona rebelde".
Tal y como señala El Mundo, este fotógrafo sirio concedió el año pasado una entrevista a SVT News en la que relataba la difícil tesitura en la que habitualmente se ve inmerso por su implicación en el conflicto sirio. "Si estás en un lugar donde tiene lugar una matanza, estás obligado a hacer algo", contaba Abd Habak.