La expresidenta de Madrid Esperanza Aguirre ha sorprendido a todos a la salida de la Audiencia Nacional, en donde ha declarado como testigo en el proceso a la 'fase I' del 'caso Gürtel', mostrando su lado más emotivo. Si Ignacio González, su sucesor y mano derecha durante años, cometió las irregularidades en el Canal Isabel II que han llevado a que le detengan en el marco de la 'Operación Lezo', sería algo "muy lamentable" y "un palo verdaderamente muy muy muy duro", ha lamentado entre sollozos.
Ha arrancado manifestando su "gran satisfacción" por haber sido llamada a declarar para "aportar todo lo que sabe" y "ayudar de esta manera al tribunal a que cuanto antes esclarezca los delitos". Si son "culpables", afirmó, "que los encarcele y que devuelvan lo robado. Me parece que la función de un testigo es decir toda la verdad de un asunto que lleva muchos años u espero que se esclarezca cuanto antes".
A continuación ha pasado a hablar del arresto de González, no sin ahorrarse una pulla hacia la prensa que llegó "antes de la Guardia Civil". Se ha declarado "verdaderamente triste" y ha enarbolado la presunción de inocencia. "Si Ignacio González es culpable de los delitos de los que presuntamente se le acusa, porque no hay que olvidar que la pieza sigue siendo secreta, para mí que he puesto mi confianza en él durante tantísimos años es un palo verdaderamente muy, muy, muy relevante. Y si no lo es, estoy conmocionada por el calvario que está pasando y que le queda por pasar".
Con todo, y pese a la voz entrecortada, se ha asegurado de distanciarse de los delitos que se investigan. Ha querido "dejar claro" que bajo su mandato "nunca" quiso que "el Canal y el Metro estuvieran en ningún contrato o adjudicación en el extranjero", en referencia a la compra de una empresa brasileña que se investiga como fraudulenta. "A lo largo de toda mi vida he buscado la mejor utilización del dinero del contribuyente, el servicio público y jamás nadie me ha podido acusar de haber hecho alguna cuestión incorrecta".
¿Hasta qué punto han sido sinceras estas muestras de emoción? En las redes sociales la reacción ha sido, como poco, de escepticismo. La demostración de la expresidenta madrileña ha sido categorizada desde las lágrimas de cocodrilo a la sobreactuación de culebrón.