A finales de abril llegaba a España la preocupación por la Ballena Azul, el supuesto juego vinculado a suicidios y lesiones de menores a través de las pruebas que sus seguidores debían ir completando. Antes de llegar a España el reto ocasionó una gran controversia en Rusia y distintos países de América Latina. Precisamente ahí, en Brasil, es donde ha surgido ahora Baleia Rosa (Ballena Rosa), una iniciativa que pretende contrarrestar el posible efecto negativo que el original podía tener en los jóvenes.
"La Ballena Rosa ha nacido para probar que internet también puede ser utilizado para compartir el bien", explican los creadores de esta iniciativa a EL ESPAÑOL por email. Una versión del juego -disponible por el momento en brasileño, español e inglés- que propone una serie de pruebas o retos diarios para fomentar "los pensamientos positivos" y contribuir a mejorar las relaciones familiares o amistosas de los participantes.
"Conversa con alguien con el que hace mucho tiempos que no hablas" o "Dibuja con rotulador una ballena rosa acompañada de una frase motivadora y compartela en tus redes sociales" son algunos de los enunciados de los retos retos que plantean a los jóvenes.
Como en el juego original, invitan a sus "crías" a compartir el resultado de los retos en las redes sociales con los los hashtags #BallenaRosa y #EuSouBaleiaRosa (YoSoyBallenaRosa), para que la figura del "mentor" pueda ir registrándolos. La prueba número 50 consistirá en "salvar una vida".
Los autores de esta iniciativa son dos amigos identificados como Ana Paula Hoppe y Rafael Tiltscher. Estos dos jóvenes brasileños de 30 y 28 años -profesionales del marketing y el diseño gráfico- iniciaron el juego el pasado mes de abril con voluntad de crear "una cadena mundial de buenas acciones" y ahora "padres, escuelas, psicólogos que quieren ejercer como voluntarios y gente de distintos países se ha puesto en contacto con nosotros", recuerda su autora.
Hoppe explica que todo lo que rodea a la Ballena Azul es algo con lo que cualquiera puede sentirse identificado: "Yo misma he visto a gente de mi familia luchando contra la depresión y sé que estas cosas puedan pueden pasarle a cualquiera, pero también a menudo se nos olvida que podemos ayudar a aliviar el dolor con buenas acciones".
Después de superar los 300.000 seguidores en su página de Facebook y extenderse a otros países, sus fundadores explican que se sienten "útiles y muy felices" por el resultado que están obteniendo. "Es asombroso cómo la gente está reaccionando a nuestros desafíos y cómo hemos podido ya cambiar algunas ideas, logrando crear un movimiento que empezó en Brasil y ahora está llegando a todas partes del mundo".
En su cuenta de Facebook sus autores señalan que "no son un grupo de autoyuda", sino que se trata simplemente de una comunidad formada por gente que cree que "todos somos capaces de promover el amor y el bien".
Para completar el juego online y sus perfiles en redes sociales o Spotify, Ballena Rosa cuenta con su propia App para descargar en el móvil. "Algunos profesionales incluso nos han consultado cómo podrían implantar el proyecto en su escuelas. ¡Ha sido increíble!", concluye Hopper.