Todo vale para imputar agravios a España que justifiquen el rechazo de Carles Puigdemont a debatir el 'borrador de la Desconexión' en el Congreso de los Diputados como le ofreció Mariano Rajoy. "El Estado está desconectando a Cataluña y no gobierna para todos. Ni votar ni volar" - tuiteaba el president de la Generalitat en la tarde del martes sobre una noticia del diario Ara, según la cual Norwegian Airlines no había establecido una línea Barcelona - Tokio por el "veto del Estado".

'Norwegian empezaría "mañana mismo" a volar entre Barcelona y Tokio si no fuera por el veto del Estado', reza el titular citado por Puigdemont. En la noticia leemos que el consejero delegado de la aerolínea escandinava Bjørn Kjos habría lamentado el "bloqueo burocrático del Estado" que impediría abrir la ruta entre la ciudad condal y la capital de Japón.

El problema está en que Kjos jamás pronunció la palabra "Estado" en su réplica, como se puede comprobar en el audio de la rueda de prensa que proporciona el propio diario. A la pregunta del periodista, en inglés, ("Dados los, digamos, problemas burocráticos para el vuelo directo entre Barcelona y Tokio, ¿considera usted que este es un vuelo que podrían ofrecer algún día?"), el directivo contesta: "Si tuviese los derechos de vuelo, lo haría enseguida. Así que es cosa de los políticos arreglarlo".

"Desautorizamos lo escrito por el diario Ara acerca de una posible ruta BCN-Tokio. Se trata de un caso de manipulación informativa de manual" - respondía con contundencia la aerolínea a través de Twitter. También interpelaba directamente al president de la Generalitat. "Al acto del que habla el artículo asistió el secretari d'Infraestructures i Mobilitat Ricard Font, que podrá hacerle un resumen".

Ante las réplicas que ha motivado la contestación, la aerolínea ha acusado al medio de "manipulación reincidente"y ha subrayado que la "Administración no les ha vetado nunca nada de lo que les han solicitado". 
Por su parte, el jefe de Economía de Ara, Àlex Font, ha defendido el titular argumentado que la traba burocrática a la que se refería Kjos es al tratado firmado entre España y Rusia, que impide la ruta de vuelo necesaria para llegar a Japón sobre su territorio, y ha definido la postura de la compañía como un "ataque incomprensible".
La aerolínea respondía insistiendo en que "el sintagma 'veto del Estado'" no había sido pronunciado en ningún momento y amanecía en la mañana del miércoles con una reivindicación de sus rutas desde El Prat.

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