Donald Trump no es precisamente un extraño ante polémicas tuiteras, sin embargo, la última es posiblemente la más extraña de todas. En realidad, en este caso no es culpa del Presidente, pero el misterio comenzó con un aparentemente rutinario retuit a una de sus seguidoras que le agradecía su trabajo. 

"Trump trabaja duro por el pueblo americano... ¡gracias!" tuiteaba Nicole Mincey, @ProTrump45 a una hora en la que Trump se encontraba jugando a golf. Un rato después, el magnate le citaba añadiendo un "¡Gracias, Nicole!". Hasta aquí, nada raro. Pero la historia se sobredimensionó y acabó destapando una peculiar trama para vender merchandising de la que todavía no se sabe toda la verdad

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Una cuenta falsa alrededor de una tienda on-line

Pero entonces la gente comenzó a fijarse en su foto, claramente sacada de un banco de imágenes. Sus tuits eran un seguido de opiniones a favor de Trump, respuestas a sus tuits, interacciones con una serie de cuentas que también tenían aspecto de falsas. Todo giraba entorno a una tienda de merchandising de Donald Trump, protrump45.com.

Hasta aquí, nada excesivamente raro. Alguien creó una serie de cuentas falsas para promocionar una tienda y sacar unos dólares. Sin embargo, la historia sigue complicándose. Rastreando la identidad de Mincey se pueden encontrar varias publicaciones en medios como Daily Caller o WND -publicaciones pagadas- que cuadran con la biografía que Mincey describe en su blog: una joven afroamericana de Nueva Jersey cansada de las promesas incumplidas de Obama que decidió apoyar a Trump y que se inspiró en el magnate para comenzar su propio negocio.

Esto último parece mucho trabajo y demasiado detalle para una identidad falsa que únicamente quiere vender gorras y tazas de 'Make America Great Again". Algunos medios como el Washington Post se han hecho eco del asunto especulando con que Nicole Mincey puede ser un bot ruso relacionada con la campaña pro-Trump de la que se acusa al Kremlim.

Cambios de nombre, supuestos hackeos y cuentas eliminadas 

La polémica que se generó, hizo que la imagen usada llegase hasta Navid Safabakhsh el CEO de PlaceIt -la empresa dueña de la foto de perfil usada por Mincey y todos sus amigos-. Quien fuera que estuviera detrás de esos perfiles, había robado una foto del banco de imágenes equivocado y se embarcaron en la misión de eliminar esos perfiles.

La tarde del domingo la cuenta de Mincey y sus 146.000 seguidores seguía activa, pero pronto comenzarían a pasar cosas raras. Poco después de las 5 de la tarde, @ProTrump45 se convirtió en @AlexandriaMora mientras que una nueva cuenta @ProTrump45 aparecía de la anda.

Desde Daily Beast se pusieron en contacto con esta cuenta a través de mensaje privado. La persona detrás de la cuenta se identificó como Nicole y aseguró haber sido víctima de un hackeo -aparentemente por phishing- que acabó con su cuenta en manos de la tal Alexandria Mora.

Entonces la cuenta @ProTrump45 realizó su último tuit, poniendo a la venta el nombre de usuario, algo prohibido según las normas de la red social. En minutos, todas las cuentas asociadas a ella, incluida @AlexandriaMora eran eliminadas por Twitter.

No es un bot ni un espía, pero la historia es casi más rara

Tanto Daily Beast como Buzzfeed lograron rastrear la identidad de Nicole hasta Nicole Mincy (sin la "e" que tenía en Twitter). Ambas tenían una biografía similar: nacidas en Nueva Jersey, ambas iban a la Universidad y ambas eran seguidoras de Donald Trump.

Mincy aseguró que ProTrump45 era un grupo al que se había unido en enero después de que se pusieran en contacto con ella a través de Instagram, una mujer de Texas llamada Lorraine, donde publicaba habitualmente memes a favor de Trump. Le pidieron ayuda con los blogs de ProTrump45.

Según ella, pronto comenzaron a usar la identidad y dirección de Nicole en la Universidad para su negocio, todo sin su permiso. "Les pedí que dejaran de hacerlo y temporalmente pararon, pero volvieron a hacerlo". Según Nicole, cambiaron una letra de su nombre para que le fuera más complicado enterarse de que la suplantaban también en Twitter. La red social era su principal fuente de tráfico y la figura de Nicole -mujer y afroamericana- vendía más. Según Nicole, dejó de trabajar con para ProTrump45 en junio.

Todas las pruebas, borradas

Sin embargo, Daily Beast no pudo encontrar ninguno de los supuestos colaboradores de los que hablaba Nicole. Cuando se le pidió pruebas, capturas de pantalla, aseguró que todos los correos y mensajes habían sido borrados para "ahorrar espacio en el teléfono".

Al pedirle capturas de pantalla, la chica tardó 90 minutos en enviar una lista de llamadas -fácilmente editable- y una conversación de la que se habían borrado las horas en las que se muestra una maldad casi de chiste: "Nicole Mincey genera más tráfico. Lo siento, cielo", le contestaban cuando pedía que dejaran de usar su nombre.

A pesar de la fragilidad de la historia y de las pruebas, Nicole aseguró que realmente era un grupo pero que no quiere ni que su nombre ni el de nadie más se exponga. "Es muy difícil con Trump. A mucha gente no le gusta, por desgracia", asegura.