Uno nunca para de aprender cosas nuevas, ¿verdad? Si hasta hoy estabas comiendo las populares Pringles de la manera normal te vas a dar cuenta de que lo estabas haciendo mal. Pero no es culpa tuya, es que nadie, hasta ahora, nos había dicho cómo hacerlo bien.
Pero antes de desvelar el secreto, vayamos a establecer cómo se comen mal. Primero vas al super... Bueno, vamos a saltarnos la logística e imaginar que eso ya lo tenemos. Situémonos, pues, en el momento del disfrute: con el paquete ya abierto, introduces tus dedos pulgar e índice dentro del recipiente, coges la patata, la acercas a la boca, la introduces, masticas y tragas. MAL. TODO MAL. Bueno, todo no, sólo desde que introduces la patata en tu boca.
¿Dónde está el secreto?
Según declaraciones de un portavoz de la marca al periódico británico The Sun, las patatas tan sólo reciben su condimento por la parte superior. Por lo tanto, para poder obtener el mayor sabor y disfrutarlas como fueron concebidas, deberíamos darles la vuelta antes de introducirlas en nuestra boca y así poder saborearlas al máximo. A decir verdad, tiene sentido.
Y ya que estamos hablando de estas patatas tan sabrosas, tal vez deberías saber también que de patatas tienen 2/3. El resto es agua y maicena. Y un proceso industrial bastante complejo que puedes ver a continuación.