Desobediencia civil e institucional: diferencias explicadas para dummies
En la Jungla. Mientras que la desobediencia civil compromete únicamente a un individuo o individuos, la desobediencia institucional compromete a toda una sociedad, incluso a aquellos que no están de acuerdo y quienes no votaron a ese gobernante.
24 septiembre, 2017 12:28Desobediencia es una palabra de moda. Una palabra usada por la narrativa indepe para crear un relato épico ante la maquinaria represora del Estado. "Sin desobediencia no hay independencia" rezan muchos carteles que empapelan distintas ciudades españolas en las últimas semanas.
Ese relato que ha servido al gobierno de Puigdemont para tirar por el camino de en medio y aprobar una serie de leyes y tomar una serie de decisiones para que su puesto y su parlamento no están legitimados, tomando una serie de atajos locos que parecen salidos del Mario Kart.
Pero la desobediencia civil y la desobediencia no es lo mismo, ni parecido, y tienen consecuencias muy diferentes, tal y como explica Javier Albisu, corresponsal de la Agencia EFE en Bruselas, en un sobresaliente hilo de Twitter:
La desobediencia civil no es lo mismo que la desobediencia institucional. La primera es legítima, la segunda imprudente. Me explico. (1/...) pic.twitter.com/fbBPETl3eL
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
La desobediencia civil es una legítima forma de protesta de ciudadanos que se sienten impotentes ante lo que consideran un abuso de poder.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Es una decisión que corresponde al ciudadano, que sopesará los pros y contras de su acción individual, que sólo le compromete a él (o ella).
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Uno puede también organizarse para desobedecer colectivamente: un grupo de individuos adultos que libremente deciden no respetar una ley.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Yo mismo he desobedecido muchas veces, solo y en grupo, pero siempre en mi nombre y asumiendo las consecuencias. Y volvería a hacerlo.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Pero la desobediencia institucional es algo distinto.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Supone que una institución democrática con poder limitado ignora las normas que establecen dónde empieza y termina ese poder.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Eso no es activismo, resistencia cívica o desobediencia civil, sino sacrificar la representación democrática del conjunto de una sociedad.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Uno o varios representantes democráticos proclaman que no se sienten obligados por las leyes de las que emana su poder.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Y tampoco responden ante las normas de convivencia consensuadas colectivamente.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
En lugar de fijarme en Cataluña, intentaré explicarlo mirando a Cádiz, donde no parece que haya un profundo sentimiento independentista.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Su actual alcalde, José María González Sánchez, Kichi, izó el 14 de abril de 2016 una bandera republicana en el Ayuntamiento del municipio. pic.twitter.com/T8SFYvPOdP
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
La justicia lo ha considerado ilegal. https://t.co/7Rvcq41FUL
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Kichi tiene pleno derecho a defender 1 ideal republicano, pedir 1 cambio constitucional o a crear un partido político ad hoc antimonárquico.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
En su casa puede colgar una bandera republicana, o dos o tres. Puede colgar también una del Tíbet y otra del Betis. pic.twitter.com/c2v1BsUKJb
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
También puede convocar manifestaciones republicanas, escribir artículos y libros contra los Borbones o editar un periódico antimonárquico.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Y quizá yo vaya a esas manifestaciones, lea sus libros y periódicos, vote a su partido o cuelgue también una bandera tricolor en mi fachada.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Eso es libertad de expresión, de Kichi, mía y de todos.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Puede incluso que yo, como ciudadano, coloque una bandera republicana en el Ayuntamiento de Cádiz.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Pero en mi nombre y asumiendo las consecuencias. Eso es desobediencia civil.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Ahí Kichi no es José María González. Es el alcalde de 119.000 gaditanos.También de quienes no piensan como él y a quienes también representa
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Y entre todos hemos decidido, acertadamente o no, que en el consistorio debe lucir la bandera de España con el escudo constitucional.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
De igual forma que los gaditanos han decidido que Kichi gestione su Ayuntamiento 4 años, con las competencias que le otorga la legislación.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Ni una más, ni una menos
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Cambiar la ley, la que sea, es legítimo.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Quien quiera hacerlo debe generar las mayorías necesarias, en base a unas reglas aceptadas democráticamente por la mayoría de los ciudadanos
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Esto no es de derechas o de izquierdas, federalista o autonomista, monárquico o republicano.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Es el pilar básico del Estado de derecho.
Conseguir un cambio constitucional consiste en cumplir estos requisitos: pic.twitter.com/TaAzP8DDWN
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Y para modificar el Estatuto de Autonomía de Cataluña, son estos:https://t.co/cl1IPM3AsI
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Y para alcanzar ese objetivo, se pueden convocar manifestaciones, crear partidos políticos, editar fanzines o componer canciones.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Pero los atajos que usurpan derechos a la ciudadanía saltándose las leyes que a uno no le gustan puede ser casi todo, menos democrático.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Porque esta vez, siguiendo con el ejemplo de Kichi, es la bandera republicana. Y puede que me parezca bien porque me sienta republicano.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
O por la enseña franquista con el pollo. pic.twitter.com/gkE3oQZMAV
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
O por la cruz gamada nazi. pic.twitter.com/V9vPeKuOGZ
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
O quizá decida que en su proyecto político molestan las palabras "raza, sexo o religión" en este otro artículo de la Constitución. Etcétera. pic.twitter.com/UYJon1XDyd
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Por eso, ni las instituciones no son posesión de sus gestores ni el Ayuntamiento de Cádiz pertenencia a sus ediles, sino a sus ciudadanos.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Ni tampoco un Parlamento puede arrogarse competencias que no le confiere la ley. No se pueden secuestrar instituciones que son de todos.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Y entre todos, con las mismas reglas del juego para todos, decidiremos qué leyes cambiamos y qué bandera queremos poner en las instituciones
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
¿Que muchos catalanes quieren votar para cambiar la Constitución? Magnífico. Que reúnan la mayoría parlamentaria necesaria y adelante.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Hagan política, no motines. Y yo defenderé que puedan hacerlo, aunque no comparta sus ideas.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Lo haré aunque para ello tenga que recurrir a la desobediencia civil, como individuo y ciudadano anónimo.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
*Yo, personalmente, colocaría la bandera de los Looney Tunes en los balcones de todos los Ayuntamientos de la Unión Europea. pic.twitter.com/JioN88fwDh
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
Pero primero necesitaré consenso democrático. Aunque sepa de antemano que la inmensa mayoría de mis conciudadanos europeos me respalda.
— Javier Albisu (@javieralbisu) 23 de septiembre de 2017
FIN.