Pedir matrimonio es algo especial y todo el mundo quiere que su propuesta sea diferente, romántica pero sin pasarse y que llegue a lo más profundo de su pareja. Alex desde luego lo logró, al hacerlo en un lugar muy especial: un entorno de realidad virtual.
Kelly pensaba que iba a pasar la tarde con su novio y unos amigos luchando contra hordas de zombies en un entorno virtual, sin embargo no se podía imaginar que cuando muriese aparecería en uno de los lugares donde ha pasado alguno de los mejores lugares de su vida. "Un lugar que le recuerda a una época más divertida y con menos preocupaciones cuando era una niña", explica su novio.
Alex logró que un equipo de especialistas, Zero Latency, recrease un árbol situado fuera de la casa de su abuela, en Sudáfrica donde Kelly solía jugar de pequeña. El grupo se dirigió al local donde ofrecen un espacio diáfano y equipo de realidad virtual para juegos, sin que ella tuviera ni idea de lo que estaba por venir.
De pegar tiros a una propuesta de matrimonio en segundos
De golpe pasó de estar rodeada de zombies y gritando "no me he sentido nunca tan viva" a estar en un lugar salido de sus memorias. Alex hincó su rodilla virtual esperando un "sí" nada virtual.
"Tenemos una relación en la que ya parece que estemos virtualmente casados" le dice Alex, "así que pensé... ¿por qué no hacerlo una realidad?". Suponemos que es virtualmente imposible decir que no a una propuesta así.