Jaulas para móviles : ¿nos estamos pasando con la obsesión por no mirarlos?
En La Jungla. La nueva propuesta de Mc'Donald's no se encuentra en el menú ni hace que las colas sean más cortas. Se trata de una jaula para nuestros móviles.
17 octubre, 2017 12:35Parece que algunas marcas no conocen los límites a la hora de crear campañas para llamar la atención. La última en hacerlo ha sido McDonald's y su jaula para móviles que ha instalado en un restaurante de su cadena en Singapur.
Al parecer, padres e hijos por igual utilizan el móvil cuando van a estos locales, según informa la propia marca y recoge La Ser. Siete de cada diez padres e hijos usan el teléfono cuando comen y eso, a tenor de la medida, empobrece la experiencia que se vive mientras se come una hamburguesa.
Tal vez deberíamos recordar que McDonald's no vende hamburguesas, vende experiencias para los niños. La imagen de marca, los juguetes, los parques dentro de los mismos locales, todo está pensado para que vengan los niños y, con ellos los padres. Por eso han instalado la jaula de móviles.
Entiendo el por qué, pero ¿era necesario? Quiero decir, ¿en tan baja estima nos tiene McDonald's que no nos cree capaces de dejar de lado nuestros teléfonos ni por 15 minutos? Esta no es manera de educar a nuestros hijos: "Verás cariño. Como ni tú ni yo sabemos controlarnos y no podemos dejar de mirar las pantallas de nuestros teléfonos, los dejaremos allí en aquella jaula y, cuando acabemos, los vamos a coger y podemos ignorarnos como hasta ahora." Van a ser las comidas más cortas de la historia.
Tal vez esté persiguiendo eso. Ahora caigo. Más rotación de clientes que no son capaces de estar alejados de sus teléfonos más de cinco minutos. Por eso, comen más rápido, dejan el sitio a otro cliente y hay más tráfico para el restaurante. Bien jugado, McDonald's, bien jugado.
La cantinela de que ya no hablamos entre nosotros porque estamos mirando nuestros teléfonos se ha convertido ya en un tópico de nuestros tiempos, además de ser una enorme exageración. Es cierto, de vez en cuando encuentras a alguien que no es capaz de esperar ni cinco minutos para responder a ese mensaje, pero son una minoría de casos. Sin embargo, es fácil generalizar hasta convertir esto en un lugar común. Y las marcas no tardan en tratar de sacar provecho de ello.