Normalmente este tipo de historias pasan desapercibidas ya que los protagonistas no encuentran gloria en contar estos relatos. Pero la realidad esconde una historia mucho más interesante de lo que parece.
En la I Guerra Mundial, justo al inicio, el Imperio Alemán decidió transformar toda su flota civil para uso militar. Así, aunque muchos barcos no estuviesen originalmente pensados para el combate, podían ser usados como transportes de tropas o mercancías. Tan sólo habría que adaptarlos levemente.
Este es el caso del SMS Cap Trafalgar, un navío alemán considerado como uno de los barcos más lujosos de 1914. Tenía 187 metros de eslora y podía transportar a 1600 personas, 400 de las cuales podían ir en primera clase. Funcionaba como línea entre Alemania y Sudamérica.
Su viaje inaugural fue el 10 de abril de 1914 y su rumbo era el nuevo continente, en concreto Brasil, Uruguay y Argentina. Sin embargo, cuando Europa entró en guerra en agosto del mismo año, el barco "fue llamado a filas" si es que se puede llamar a un barco a filas y entró en servicio de inmediato.
Como se encontraba en Buenos Aires, decidió ir hasta Montevideo a repostar carbón y luego subir hasta Brasil para, posteriormente, virar hacia la isla de Trinidad, a 500 millas de la costa. En esa isla en mitad del Atlántico pudo reunirse con el SMS Eber, un cañonero alemán que transfirió armas, munición y oficiales al Cap Trafalgar.
El truco
Pero faltaba el toque final: transformar al SMS Cap Trafalgar en el HMS Carmania, un buque inglés, para sorprender a los mercantes ingleses que se dirigían al cabo de Hornos y poder hundirlos. No hizo falta mucho ya que ambos barcos eran bastante similares así que, una vez hecho el cambio empezó su misión.
Su primera salida fue un fracaso ya que no se encontró con ningún navío inglés y volvió a puerto, en la isla de Trinidad, el 13 de septiembre. Al día siguiente, un barco inglés descubrió humo en la isla y decidió acercarse para ver si alguien necesitaba ayuda. Se trataba del auténtico y original HMS Carmania que no dudó en abrir fuego al ver al Carmania falso y comprender que era un buque alemán.
La batalla fue muy dura y acabó con el Cap Trafalgar hundido, a pesar de haber recibido menos impactos. El Carmania tuvo numerosos fuegos y acabó con el puente hundido pero salió victorioso de la batalla y aún pudo servir unos años más.