Rufián quiere ser l'enfant terrible del independentismo. Siempre con una réplica afilada a punto, siempre dispuesto a hacer una payasada en el congreso para ser trending topic y siempre tuiteando con el retuit en el punto de mira en vez de en transmitir un sesudo análisis político. Debía ser la encarnación de la nueva política, de esa promulgada en 140 caracteres -bueno, ahora 280-. Y sin embargo, apenas año y medio después de su irrupción en el congreso, ya empieza a sonar como un disco rayado.
Tanto que ya hay algunos usuarios que son capaces de predecir su siguiente tuit. Eso le ha ocurrido a Pablo Ayuso, convertido en un Nostradamos insospechado en lo que parecía una inocente réplica en uno de los serios candidatos a debate estúpido de la semana, el de la franja morada-o-azul de la camiseta de la selección española.
Este tuit fue publicado a la hora de comer. Durante toda la tarde, Rufián estuvo más ocupado. Pero a las 11 de la noche, el diputado de ERC entraba en Twitter, veía el percal con la camiseta de la selección y tuiteaba como él mejor sabe:
No únicamente el mensaje es el mismo, sino que asombra la similitud de la estructura del mensaje. Nada de una profecía ambigua rollo Nostradamus que se puede interpretar de diversas formas ni ninguna cosa rara. Directo y sin anestesia.
Y Twitter celebró esta nueva categoría de intervenciones: el prezasca, el zasca que cae antes de que publiques tu mensaje. Nada puede ser más humillante.
Lo cierto es que se podría organizar un concurso para adivinar el siguiente tuit de Rufián, tipo El precio justo. El que se aproxime más, sin pasarse...