Glasgow, la capital económica de Escocia. Un lugar que muchos han visitado durante un fin de semana a lo largo de su vida y que muchos otros visitaremos a lo largo de la nuestra. La tercera ciudad más grande del Reino Unido es una ciudad cosmopolita que vibra por las noches como cualquier capital europea.
Y lo hace a pesar de las condiciones meteorológicas ya que, aunque tenga un clima bastante benévolo para ser Escocia, la temperatura media durante el mes de noviembre es de 2 grados. Es por eso que las siguientes imágenes nos sorprenden bastante.
El cambio climático está afectando más de lo que nos pensábamos en todo el mundo. Testigo de ello son los jóvenes escoceses que bailaron este pasado sábado por la noche sin ningún tipo de problema en plena calle. Sus coreografías han conseguido convertirse en virales y su vídeo ha llegado ya a los 50 mil RT.
Cierto es que algún malpensado habrá que diga que los zagales tienen más alcohol que sangre en vena y, en algún caso en concreto podría ser cierto, pero no deberíamos dejarnos llevar por el prejuicio escocés.
De acuerdo, su baile a veces es errático, como el de un pato mareado con unas cuantas pintas de más, pero eso no es motivo para obviar el verdadero problema aquí que no es otro que el evidente cambio de temperaturas debido al calentamiento global.
Desde aquí nos gustaría apelar al Presidente Trump para que ponga cartas en el asunto y admita que bailar de noche en las calles de Glasgow en pleno noviembre con una chaquetita no es muy normal.