Saber idiomas es una de las cosas más bonitas que hay en este mundo, y aunque suene a frase de madre, no deja de ser cierta. Cuántos más conoces, más puedes conocer y más profundamente. Y a veces acabas descubriendo cosas alucinantes.
Por ejemplo, en castellano tenemos expresiones que no significan nada y quieren decir tantas cosas a la vez. Y si no me crees, tan sólo tienes que ver el siguiente tuit con una de las reflexiones sobre una expresión que encierra un enigma en sí misma.
Si eres gallego o has visitado Galicia sabrás que allí existe una expresión bien parecida: marcho que teño que marchar. Aunque allí se usa más para expresar la urgencia y necesidad de irse y no simplemente el deseo de hacerlo.
Todo esto me ha hecho pensar en expresiones castellanas que no se pueden traducir al inglés porque, seamos sensatos, "I'm going to go going" no hay por donde pillarlo. Así que me he puesto a buscar un poco y aquí hay una pequeña lista de las expresiones españolas imposibles de traducir.
Montar un pollo
Esta expresión que significa "hacer una escena" se basa en el origen de la palabra poyo. En latín quiere decir podium y era el lugar al cual se subían los oradores para dar charlas. Como en la escena de la película "La vida de Brian". Así pues, montar un pollo no es subirse a un ave de corral sino más bien subirse a un podio para dar la brasa a una audiencia.
A palo seco
La expresión que más se usa los fines de semana en media España tiene un origen bien curioso y es que se usa en el ámbito naval. En los barcos, cuando se navega con las velas recogidas por culpa de un temporal de viento se usa esta expresión.
Hacer la pelota
Este, tal vez, tenga el origen más sórdido. Al parecer proviene del francés y del ámbito de la prostitución. Antiguamente las prostitutas también eran conocidas como pelotas y utilizaban todas sus artes sibilinas para que sus clientes repitiesen. Y no me refiero al sexo sino a adulaciones y piropos. Es por eso que ser un pelota o hacer la pelota ahora se conoce al que adula y dora la píldora.
A buenas horas, mangas verdes
Según parece, durante el siglo XV se creó el ejército de los mangas verdes para ayudar a la población española, una especie de protección civil. El caso es que tenían la merecida fama de ser bastante impuntuales hasta el punto de que cuando llegaban, el problema ya había desaparecido. De ahí la expresión.
Cortar el bacalao
En el s. XVI, más de 100 años después del descubrimiento de América, en el nuevo mundo ya había colonias españolas que usaban esclavos para trabajar la tierra. En el mismo siglo se popularizó la salazón para conservar alimentos y el bacalao era muy popular para usar este método. A la hora de comer, el capataz era quien repartía los trozos de bacalao a los esclavos y decidía para quien eran más grandes o más pequeños. De ahí su importancia.