7 productos de tu infancia que desaparecieron sin que te dieses cuenta

Antes no nos preocupábamos de las calorías, de si los productos tenían demasiado azúcar, eran saludables o estaban repletos de grasas trans: aquello que nos daban de merienda era lo mejor del mundo. Llegar a casa cansado del cole y encontrarte con que tu madre te había preparado un bocadillo de Nocilla con ese Cola Cao calentito que te reanimaba tras horas dándole a los codos. Especialmente apreciado en los días de pleno invierno, como los de ahora.

Los 80 y los 90 fueron una época especial para la infancia. Bueno, no nos engañemos: todas lo son para la generación que le toca vivirla, pero sí es cierto que con el tiempo cambiaron muchas cosas. Jugar en la calle es menos habitual, también en el parque: ahora no dejan a los niños ni darle a la pelota. El contacto era mucho más físico, teníamos más relaciones sociales en persona y a nuestros padres no les daba tanto miedo dejarnos marchar solos o darnos de comer algunos alimentos que ahora no pasarían el examen con lupa de los progenitores.

Hagamos un viaje a esos años en los que mirábamos la vida con aire más despreocupado. Igual que ahora, pero con la inocencia que nos regalaba nuestra infancia. ¿Recuerdas haber comido estos productos? Una lástima: han desaparecido para los niños de ahora. O quizá no sea tanta lástima...

El pan con la tableta de chocolate

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Era una de mis meriendas preferidas, también de las más sencillas de preparar: un simple pan con un trozo de chocolate dentro. Echando la vista atrás quizá recuerdes a "Mi Merienda", una especie de Bollycao venido a menos que traía su panecillo y una tableta de chocolate. Otro de esos productos que quedaron en el olvido.

El Frigurón

Yo fui a EGB

Este helado azul con forma de tiburón y de sabor a piña triunfó en el cartel de Frigo durante los primeros años 80. Comparte con el Sugus de piña la extraña asociación de dicha fruta con el color azul. Curiosamente, fue esa la razón de que desapareciera del cartel de Frigo: según cuenta El Comidista, "los responsables de los tintes no fueron capaces de encontrar un color azul (natural), comestible y con sabor a piña".

Cigarros de chocolate

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No nos engañemos, desaparecieron con toda la razón: lo último que los niños necesitan es que adquieran el hábito del tabaco ya desde pequeños. Pero tenían su gracia. Quitarles el papel al rulo de chocolate, comer cada cigarrillo despacito, imitar a nuestros padres llevándonos el dulce a la boca... Sí, mejor que desapareciesen.

Mirinda

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La historia de esta bebida carbonatada con sabor a naranja arranca en España y termina también en nuestro país: PepsiCo decidió dejar de distribuir la marca en favor del otro refresco de frutas del catálogo, Kas. Por contra, Mirinda se vende en más de 100 países con notable éxito, como ocurre en Francia. Si quieres comprar una Mirinda lo mejor es que vayas a las Islas Canarias: allí sí se vende.

Mantequilla de 3 colores

Yo fui a EGB

Si viviste la infancia de los 80 seguramente te dieron de merendar esta especie de mantequilla de tres colores que, en teoría, también tenía tres sabores. El caso es que no recuerdo que transmitiese más en boca que grasa y azúcar, pero ver el pan con aquel batiburrilo de colores tenía su punto.  

Palolú, palodul, palo dulce, regaliz...

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Esta raíz se veía a menudo en la tienda de caramelos, ahora solo se usa en algunos platos. Con sabor a regaliz, duraba tanto como un chicle. Y encima es sana y natural, la Quinoa para los niños de la época. ¿También tú mordiste alguna vez estos palos? Lo del nombre ya varía según la zona.

Bimbocao

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Esta respuesta de Bimbo a Panrico intentó destronar al mítico Bollycao, pero le fue imposible: pese a ser una delicia, al menos en términos infantiles, el Bimbocao claudicó privando de su deleite a los niños que preferían la versión más económica del panecillo relleno con crema de chocolate. ¿Quieres recordar cómo era? Échale un vistazo a este anuncio en YouTube.

¿Qué otro producto echas de menos de tu infancia? No solo son bocados de otra época, también son una máquina del tiempo capaces de trasladarnos a la mejor etapa de nuestras vidas. Descansen en paz.