Noche de fin de semana en pleno diciembre. Frío, lluvia o las dos cosas al otro lado del cristal. Resaca metafórica o literal de cenas navideñas y solamente un planazo en tu cabeza: sofá, manta, palomitas y tu reencuentro anual con Love Actually.
La película que Richard Curtis estrenó en 2003, un amasijo de historias de amor bajo el acebo por las calles de Londres, es uno de los emblemas cinematográficos de la Navidad, entre otras cosas, por la ya más que mítica All I want for Christmas is you como cabecera de su banda sonora.
Una apuesta segura tanto si estás enamorado como si acabas de romper con tu pareja, la peli se encarga de proporcionarte el trozo de escenario perfecto para ti y, seguramente, por eso siga contando con una gran legión de fieles que se encargará de recomendártela cada año.
El poeta y dramaturgo Ernesto Filardi era uno de esos fieles, pero parece que su amor por la peli se ha esfumado. Reconoce en Twitter que ha «cambiado como espectador» porque, entre otras cosas, «leo a más autoras y me fijo más en los sesgos que hay en las tramas».
¿Y de qué se ha dado cuenta Filardi? De que las mujeres de Love Actually no hablan, no toman decisiones, se presentan en pantalla como meras acompañantes de las historias protagonizadas por hombres.
Así que ha vuelto a realizar su análisis de la peli, pero esta vez en 35 tuits lanzados después de haber tomado conciencia de los peligros de aplaudir la proliferación del 'amor romántico'.