Este perro estafador tiene una técnica irresistible para conseguir comida
En la Jungla. Solo llevamos cuatro días de 2018 y ya tenemos un héroe animal del año. Tizón, un mastín que ejerce de pastor en Navacerrada, ha logrado robar el corazón de las redes sociales por el morro que tiene.
4 enero, 2018 15:474000 millones de años de evolución han llevado a los perros a convertirse en auténticos maestros en el arte de manipular humanos. Y siempre lo consiguen. Da igual que se hayan comido medio sofá del salón, una mirada con cara de arrepentido basta para que le acabes dando una galleta. Da igual que tengas un hambre atroz y ese pollo tenga una pinta estupenda, si tu can se te sienta al lado al olor de la sardina acabará llevándose medio plato.
Y hay algunos perros que han llevado la capacidad de su especie a límites insospechado, capaces de interpretar papeles que si en vez de adorables animalillos fueran Meryl Streep pondrían en pie a salas enteras, aplaudiendo hasta que les dolieran las manos. Tizón es uno de ellos.
La historia de este espectacular mastín nos llega gracias a Manuel Delgado, especialista en marketing que el pasado domingo se topó con el animal en la sierra de Navacerrada. Lo que en un primer momento fue un susto -encontrarse un animal aparentemente enfermo en la cuneta de la carretera- pronto se descubrió como un elaborado plan por parte de Tizón para conseguir comida. Y caricias.
¿Lo mejor de todo? El animal es reincidente.
Este es Tizón. Es un mastín. Nuestras vidas se cruzaron el domingo pasado, mientras iba con la bici cerca de Navacerrada, Madrid.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Os cuento. pic.twitter.com/OHh4uUOskG
Iba subiendo por una pista cuando vi a una pareja parada en la cuneta, junto a un perro que permanecía inmóvil. Al llegar a su altura, les pregunté si todo iba bien y me dijeron que el perro iba andando hacia ellos y, de pronto, se había desplomado.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Como digo, estaba completamente inmóvil y no reaccionaba si le animabas a levantarse ni nada. Por lo demás, estaba en perfecto estado: limpio, sano y reluciente.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Ella estaba llamando al número de teléfono que Tizón llevaba grabado en el collar. También iba el nombre, por eso lo sé. El número no estaba disponible, pero le dejó un mensaje. Como no podían hacer mucho más, dijeron que se iban.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Yo creí que, puestos a llamar a alguien, mejor llamar al 112 para avisar de que el perro estaba ahí tirado. Se esperaron un poco a ver qué nos decían.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
A todo esto, el bicho seguía sin reaccionar y, de vez en cuando soltaba un tímido lamento. Llamé a @EmergenciasMad
En el centro de llamadas del 112 se centraron en ubicarnos bien. Después, me pasaron con la policía local de Navacerrada.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Tras unos segundos de espera, contesta un policía. Lo primero que me pregunta: "¿Es un mastín negro?"
Ante esa pregunta, pensé que ya había llamado alguien antes y estaban en camino o algo así. Contesté que sí, efectivamente.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
"Ah, bueno, pues a ese perro no le pasa nada."
Yo flipé. ¿Ha desarrollado la policía la omnisciencia? Pues no... pero casi.
"Ese es el perro pastor de ahí, de la Barranca. Verá que hay unas ovejas por ahí cerca. Él es quien las cuida. Tiene permiso para estar suelto."
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
"Vale, bien, hasta ahí de acuerdo, pero Tizón está aquí tirado inmóvil, no sé qué tiene que ver su profesión en esto", pensé.
"Ese perro está fingiendo", me dice el policía.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Ahí sí que flipé de verdad. "¿Cómo que fingiendo?"
"Nos llama alguien casi a diario con la misma historia. Resulta que el perro tiene la costumbre de hacerse el muerto cuando se acerca algún paseante, para que le hagan caricias y le den comida."
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Yo flipando realmente fuerte. El bicho estaba a mis pies, lamentándose.
"Ya verá usted cómo, si se aleja, el perro se levanta y se va tan campante. Pueden dejarlo ahí, que no le pasa nada."
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Efectivamente, con sólo alejarte unos pasos, se incorporaba. Te volvías a acercar y volvía a su numerito de víctima de atropello. Nos partíamos de risa, claro.
Tizón es el mejor actor que he visto en mucho tiempo. Debía de pesar unos 70 kilos y tenía una mandíbula y un cuello con los que te puede arrancar un brazo casi sin hacer fuerza.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Pero Tizón no quiere tu brazo: quiere tu bocata. Y tus caricias.
Tizón es el Billy Elliot de la sierra de Madrid: le dijeron que debía ser pastor, pero él quiere ser actor.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Eres un cabroncete achuchable, Tizón. pic.twitter.com/0FP9h2ckTX
Sin duda, el animal con más morro de 2018, y estamos a 4 de enero.