En España tenemos una habilidad extraordinaria para convertirlo todo en una parodia. Un gran ejemplo ha sido el viaje inaugural del AVE a Castellón, ciudad que visto el éxito de su aeropuerto parece estar gafado con el tema de las infraestructuras, ya que ha visto como el primer tren de alta velocidad en llegar a la ciudad no era de tan alta velocidad, e incluso se ha visto adelantado por un cercanías.
Y no penséis que este viaje era algo de perfil bajo, se ha estrenado a bombo y platillo con la presencia del Presidente del Gobierno Mariano Rajoy y el de la Generalitat, Ximo Puig y el ministro de Fomento Iñigo de la Serna.
Rajoy ha querido fardar de infraestructuras en redes sociales y ha publicado una imagen en la cabina del tren, que ha acabado llegando a su destino con media hora de retraso.
Esperemos que el hashtag #ConectadosalFuturo no nos anuncie que lo que nos espera es un mundo distópico en el que todo se hace con retraso. Aunque bueno, en España no notaríamos gran diferencia.
Todo parecía ir normal en el viaje... hasta que se ha empezado a circular a 40 km/h, que difícilmente se puede considerar alta velocidad:
Y entonces ha ocurrido lo impensable: un glorioso AVE ha sido adelantado por ¡un pobre cercanías!
El tren ha estado parado a la altura de Sagunt durante cerca de un cuarto de hora.
Todo debido a un fallo en uno de los ocho motores que accionan el cambiador de hilo ferroviario. Al ser un tren no comercial, en el que básicamente únicamente iban políticos y periodistas, Adif ha decidido con buen criterio dar preferencia a los que llevaban pasajeros de verdad, como el susodicho cercanías.
La parte mala es que por lo general estos pormenores importan poco en las redes sociales, más dadas a la risotada que a la atención al detalle, y evidentemente "AVE a Castellón se ha convertido en trending topic.
Y es que si la idea de un cercanías adelantando a un AVE ya es una idea un poco loquer, es todo más sublime si Rajoy va a bordo. Solo faltaba que el maquinista fuese Fernando Alonso para acabar de rematar la jugada.
Y por si fuera poco, Rajoy nos ha vuelto a regalar uno de esos lapsus que le elevarán a la historia de los estadistas: confundir un tren con un avión. Suponemos que será por el retraso (del tren, malpensados).
Si es que se lo ponen fácil a los tuiteros:
Siempre con retraso, siempre:
Y sabéis quién no se ha perdido la fiesta, ¿verdad?