Quizá nunca imaginarías ver a Puigdemont besar una bandera española, pero el mundo es un lugar fascinante en el que todo puede ocurrir. En su viaje a Dinamarca, el President en el exili se ha encontrado con un joven que ha decidido abordarle con una bandera española.
"Tengo aquí la bandera española, que sé que te gusta", le ha dicho. Puigdemont ha sabido torear bien la situación, y lejos de entrar al trapo de la provocación y montar un numerito. "Claro que me gusta", ha contestado. Y entonces el joven ha dado un paso más y ha pedido que le de un beso.
"Ningún problema", ha respondido antes de dar un beso a la bandera y, ante la insistencia del espontáneo, le ha dado un segundo, mientras explicaba que "no tengo ningún problema con España, ni uno". Antes de despedirse, el espontáneo le ha dejado un nuevo mensaje provocador "cuando vuelvas a España la cárcel te espera".
Hay que reconocer que Puigdemont ha gestionado bien la situación, pese a la incomodidad obvia de que alguien interrumpa lo que estás haciendo sin más intención que tocar las narices. No ha entrado al trapo, no ha montado un numerito y ha logrado que le vuelvan a dejar en paz rápido.
El joven, Victor Moreno ha intervenido en Espejo Público, en Antena 3, donde ha asegurado que "ha sido un gesto bastante cómico. No le he obligado. Solo se la he puesto en los morros y se lo ha tragado como si fuera un choricito", aunque saltar a alguien que está tomando un café tranquilamente para molestarlo quizá sea más un acto de mala educación que de humor provocador.
Cosas que te pueden pasar cuando se agita un avispero.