5 quejas absurdas que deberías enterrar ya
En la Jungla. A Internet venimos a quejarnos aparte de a ver vídeos de YouTube y compartir las noticias más virales. Tenemos un balcón inmenso para gritarle al mundo, pero no todas las quejas tienen la misma lógica cuando se piensan con calma.
28 enero, 2018 21:30Con la tribuna abierta que nos ha traído Internet, resulta bastante habitual encontrarnos con todo tipo de quejas en redes sociales, webs y también en los comentarios de medios online. Esa falsa sensación de anonimato nos libera la lengua y el teclado; por más que, posiblemente, pocos estén interesados en escucharnos. ¿Que no te gusta la deriva política? Puedes hacerle una mención por Twitter al presidente de ese partido que te revuelve el estómago. ¿Que piensas todo lo contrario que el periodista que firma un artículo? Están abiertos los comentarios. ¿Y si te empeñas en pelearte con el mundo? No hay problema, siempre hay un estrado abierto para que comentes lo que se te pasa por la cabeza.
Estamos rodeados de opinión y de quejas, las queramos escuchar o no. Internet ha democratizado la comunicación hasta tal punto que tenemos un montón de herramientas para decir lo que queramos. Y con todo este abanico de posibilidades resulta muy sencillo encontrarnos con quejas que, bien pensadas, son absurdas. Estas son algunas de las más habituales.
¿Por qué he de pagar mis impuestos si los políticos defraudan lo que quieren?
Este suele ser un método excelente para hacer de una queja absurda una reivindicación totalmente lógica. Porque, si alguien se escapa de algo obligatorio y no le ocurre nada, ¿no tengo derecho a hacer lo mismo? La respuesta más obvia suele ser también la misma: "Imagina que todos hiciésemos igual".
Por redes sociales, en los comentarios de los diarios digitales, en blogs personales... La reducción al absurdo vale para argumentar cualquier contradicción. Y en política se usa tan a menudo...
No compréis nada de esa marca porque tuve un problema con ella.
Basta con que en un artículo u opinión se haga mención a una marca concreta para que venga alguien a echar pestes sobre ella porque tuvo un problema. Internet es un arma excelente para amenazar a las empresas, así que muchos (y con muchos quiero decir demasiados) se empeñan en hacer ver su disconformidad allá donde ven reflejado el nombre de quien les hizo la afrenta.
¿Que escribes un artículo porque una empresa sacó un nuevo producto? Dicha empresa "es una mierda porque una vez tuve un problema con ella". ¿Que dices algo sobre el tipo de producto de una marca pero no haces mención a ella? Vendrá alguien a recordarte el problema que tuvo por más que la empresa no esté mencionada. E imagina la brasa que puede dar por Twitter y Facebook...
Las descargas ilegales no están a mi gusto
Hace poco recibí un correo con una queja que es bastante habitual: hay demasiado porno en los archivos descargados por torrents y por todo tipo de páginas que ofrecen contenido "piratilla". Es fácil toparse con escenas subidas de tono cuando accedes a esas páginas, por lo que no son aptas para todos los públicos. ¿Qué pasa si reproduces una película con tus hijos y sale algo que no deberían ver?
He leído miles de quejas de este estilo, también del tipo de "He descargado una película pero, al verla, resulta que era una totalmente distinta". Si bien quejarse es un ejercicio con el que se descarga el estrés y la rabia, hacerlo cuando no hemos pagado nada por un contenido que tiene su coste es casi indecente.
Estamos más pendientes del móvil que de hablar con la gente
Vivimos en una época tecnológica en la que estamos constantemente bombardeados por los estímulos, especialmente los que nos llegan a través del móvil. Esto es un hecho, pero decir que ese "trasto del demonio" ha conseguido que dejemos de relacionarnos es demasiado extremo. Al fin y al cabo, si realmente queremos hablar con alguien lo seguiremos haciendo, haya o no smartphone. Y si no te presta atención porque prefiere mirar los miles de grupos de WhatsApp que le asfixian, quizá lo mejor sea no estar con esa persona.
En Internet no hay más que quejas
Esta es la queja definitiva, la madre de todas las quejas, la bomba de hidrógeno de las quejas en Internet. Ironía en estado puro ante la que no puedes hacer otra cosa que reírte. Y contestar: "Si no lees más que a gente quejándose quizá necesites seguir a otras personas". Quejarse siempre es más sencillo, Internet es la mejor muestra de ello.