"Primero, olvida todas las nociones anglosajonas de educación, discreción y decoro. Ser español implica entrar un un bar, besar y abrazar a completos desconocidos, gritar "oiga" al camarero y tirar todo lo que no te puedas comer o beber al suelo", así empieza la guía publicada en el diario The Times para ser español. "Excepto los vasos, eso es demasiado", aclara "pero puedes dejar caer también los 'por favor' y los ' gracias', son tan innecesarios". El artículo forma parte de un especial del diario sobre España como destino turístico.
El artículo está firmado por Chris Haslam, redactor jefe de la sección de viajes del diario, que parece que solo ha pasado en España en verano, porque tira de tópicos que da gusto: "si eres una mujer, lleva un abanico. Allí es una herramienta, no un souvenir. Y da igual tu género, intenta desarrollar esa misteriosa habilidad española para saber instintivamente donde está el frío". Pues el frío está en la AP-7 por ejemplo. Por lo visto según este señor los tipos que se quedaron atrapados en el Angliru no son españoles. No diremos nada de la habilidad de los ingleses y de los gallegos para saber cuándo va a llover.
Los españoles y la puntualidad
Más adelante procede a asegurar que el español "hablado, o mejor dicho gritado" está lleno de epítetos y palabras malsonantes. Responder a este tópico haciendo referencia los hooligans ingleses sería demasiado fácil. También tira del tópico al decir que "ser español requiere un gran desdén hacia la puntualidad. Llegar a algún lado 30 minutos tarde es considerado pronto y maleducado", aunque hay que decir que en esto puede tener razón y que los retrasos de Puigdemont en sus comparecencias es posible que no nos haya ayudado a mejorar nuestra imagen en este aspecto.
En el artículo se ven más inexactitudes como cuando dice que "a las 11 hay que dejar cualquier cosa que estés haciendo para tomar un sandwich y una cerveza. Eso tiene que mantenerte activo hasta la hora de comer, a las 2", cuando todo el mundo sabe que en España la hora de comer son las 3, con el telediario de TVE.
Leyendo artículos así, es posible que haya que comprender a los guiris británicos que vienen, se emborrachan como berberechos y la lían parda en Lloret de Mar: en realidad son educadísimos gentlemen que solo quieren integrarse en el país que visitan.
No es la primera vez que desde las islas nos dedican artículos así, no hay más que recordar que en la Eurocopa 96, a modo de previa de un Inglaterra-España, se publicó un artículo en el que decían que los españoles nos dejábamos bigote para parecernos a nuestras madres. Vergonzoso que se olvidasen también de nuestras abuelas.