Pocos juguetes marcaron tanto a una generación como el popular Tamagotchi. Esta mezcla de mascota virtual, llavero y dispositivo tecnológico ya auguraba el futuro del juego móvil: los niños (y no tan niños) tenían en sus manos un objeto que no solo podían llevar a cualquier parte, el Tamagotchi también daba la opción de jugar allá donde estuviera. Aunque quizá el verbo más adecuado no fuese "jugar", sino "cuidar".
¿Tuviste una de estas mascotas virtuales? Bandai, empresa que desarrolló el Tamagotchi, lo comercializó en 1996. Este llavero con forma de huevo y pantalla monocroma LCD se convirtió en un éxito de ventas automático: primero en su país de origen, Japón; después en el resto del mundo. Pocos fueron los niños de esa generación que no se encariñaran con una de esas mascotas. Y que no se entristeciesen tras la muerte, que todos los Tamagotchi terminaban en el cielo de las mascotas virtuales tarde o temprano.
No se cumple ningún aniversario ni evento especial que invite a recordar al célebre Tamagotchi: la mascota comenzó su andadura en las tiendas el 23 de noviembre de 1996 en Japón; 17 de mayo de 1997 en el resto del mundo. Sí que nos llamó la atención un hilo de Twitter escrito por Carlos Sánchez aprovechando la historia del Tamagotchi: si alguna vez tuviste uno, que seguramente sea así, descubrirás más de una anécdota sobre su creación e historia. Por ejemplo: los creadores del famoso juguete fueron Aki Maita, de la empresa Bandai, y Akihiro Yokoi, de la empresa Wiz (creadora y fabricante de juguetes). La idea original corresponde a Aki Maita.
El Tamagotchi fue uno de esos inventos que cambió para siempre la manera de jugar. Sencillo de utilizar, divertido y cargado de adicción, algo que muchos juegos han aprovechado posteriormente. Como ya explicamos en un artículo anterior, el Tamagotchi, y otros títulos que vinieron más tarde, aprovecha ciertas "trampas psicológicas" para crearnos dependencia y más ganas de jugar.
Echando la vista atrás, yo recuerdo perfectamente cuando tuve mi primer Tamagotchi. No era un niño precisamente, pero sí un adolescente con amplia curiosidad por todo lo tecnológico. No fui el único: muchos de mis amigos compraron uno; incluso los padres terminaban divirtiéndose más con la mascota que sus hijos. Tenía su gracia cuando rompía el huevo; mantenía su diversión cuando "hacía caca" por primera vez o se movía por la pantalla con esa mezcla informe de píxeles. Y lo que frustraba cuando encendías la pantalla tras un tiempo y veías que había fallecido...
Esta fiebre por los Tamagotchi duró unos cuantos años y varias evoluciones de la máquina. Actualmente se puede descargar el último juego con la mascota virtual en plataformas móviles: aquí para iOS y en este enlace para Android. Cuidado, que sigue enganchando como el Tamagotchi de 1997...