El futuro es fascinante. Quizá no es lo que esperábamos de pequeños, pero no deja de ser fascinante. De pequeño imaginábamos una humanidad unida, robots andando por la calle y tenemos a Trump en la Casa Blanca y los aspiradores Roomba. Eso sí una cosa tenemos: coches voladores. Al menos a nuestra manera.
En plena recuperación económica -también a nuestra manera- Elon Musk, SpaceX y la carrera para llegar a Marte han vuelto a capturar la fascinación del público. Pero en la era de las redes sociales hay que hacer algunas maniobras peculiares, como por ejemplo mandar un descapotable rojo al espacio, como parte del vuelo de prueba del cohete Falcon Heavy, y ponerlo en órbita elíptica alrededor del Sol. Para darle mayor potencia visual, nada mejor que enchufarle un traje de astronauta y hacer sonar a David Bowie.
Y como suele ocurrir en esta vida, lo de enviar un coche rojo al espacio ya lo habían hecho en Los Simpson. Un momento, ¿hemos dicho Los Simpson? Es la costumbre, quienes lo avanzaron fueron Mortadelo y Filemón:
Moraleja: las ideas de Elon Musk son como las del Doctor Bacterio.
Las redes sociales no necesitan mucho para ponerse a hacer memes, y la imagen de un coche flotando en el espacio es un meme en sí mismo. Y ese es el gran éxito de Elon Musk, enviar un meme en el espacio.
Todo esto puede llevar a equívocos en las llamadas telefónicas...
Y es el multimillonario fundador de PayPal tiene razones para estar subidito con lo que ha logrado:
Esperemos que la próxima vez le añada su lanzallamas:
Una genialidad lo de ponerle una cámara al coche. Así cuando una civilización ultraavanzada lo encuentre de aquí a miles de años podremos ver por streaming la cara que pondrán. Ojalá le hagan la autopsia al maniquí pensando que es un extraterrestre extraño y flipen.