"Año 2018, he retrocedido en el tiempo 12 años. No sé la hora, mi reloj ha dejado de funcionar debido a las fluctuaciones del viaje temporal. Tengo 50 años. Según la época a la que me he trasladado debería tener 38, pero en realidad aparento 25: la droga rejuvenecedora que tomé antes de viajar ha surtido el efecto esperado. Ahora me toca alertar a la humanidad del peligro al que se enfrenta: en un futuro moriremos todos".
Este soliloquio en forma de pensamiento en primera persona podría formar parte del futuro distópico de cualquier película o serie de ciencia ficción, pero es real. Bueno, al menos tan real como lo asegura Noah, un viajero en el tiempo que ha venido desde el año 2030 aprovechando una máquina para trasladarse a otras épocas. Herbert George Wells podría escribir una continuación de su novela más famosa, pero no sería ficción: Noah ha pasado la prueba del polígrafo demostrando que lo que cuenta es verdad. Bueno, al menos eso dicen...
Antes de seguir desgranando la historia y el misterio de Noah lo mejor es que veas el vídeo donde, en teoría, ponen a prueba la credibilidad del viajero en el tiempo con el famoso polígrafo o detector de mentiras.
Las predicciones de Noah podrían reducirse a:
-Reelección de Donald Trump.
-Móviles holográficos y más grandes.
-Los coches eléctricos alcanzarán las 600 mph.
-En el 2028 los humanos alcanzarán Marte. En ese año se dará a conocer la máquina del tiempo.
Como habrás imaginado, toda la historia es un paripé fácilmente desmontable. Pese a que el vídeo, y la propia noticia, se ha hecho viral, Noah no se enfrenta a un polígrafo real porque en ningún momento se ve el dispositivo: los operarios le ponen una banda en el pecho, otra en el brazo y dos capuchones en los dedos que parecen hechos con cinta aislante. Forma parte de una broma más de YouTube y no merece más que unas risas por casi 20 minutos de preguntas sin sentido, respuestas al mismo nivel y con un "Yes" or "No" sobreimpreso en pantalla.
Las noticias falsas o "fake news" están tan arraigadas que hay que ser creativo para colar a los viajeros en el tiempo, sobre todo si lo que cuentan no es más que una deducción de lo que ocurre en el presente. Hasta que no vengan del futuro con una lista de resultados deportivos no nos los tomaremos en serio.