Con Internet llegó la democratización a una enorme cantidad de sectores y terrenos. La música, los alquileres de viviendas, el comercio internacional... Y también las críticas: ahora es más fácil que nunca informarse sobre lo buenos que son los productos y servicios. Con su lado más reverso, que en ocasiones las críticas y revisión de comercios pueden tumbar los negocios. ¿Y cómo actúan los dueños? A menudo dando la cara en las mismas páginas de revisión, con mejor o por fortuna.
Bucear por las críticas en páginas como TrypAdvisor o Google Maps es entrar a un mundo paralelo donde lo bueno suele ensalzarse a la categoría de celestial y lo menos bueno tiende a hundirse hasta el nivel de los infiernos. Basta con que un cliente tenga mala experiencia en el local para que deje para siempre su crítica en la red. Los dueños tienen la potestad de dejar su respuesta, de ahí que deban tener cierto tino: una respuesta pública es una evidencia de tu manera de actuar.
Los expertos en redes sociales no aconsejan demonizar las críticas, sino aceptarlas y encajarlas de la mejor manera posible. Algo que no hacen los dueños de la tienda de cómics Freaks, en Barcelona. En las críticas que este negocio posee en Google Maps nos hemos topado con una de las respuestas más cafres de la historia. Vale la pena leerla con detalle.
Se va al banco, pide cambio de los 250€ que se iba a gastar, en monedas de 1céntimo y se las introduce por el recto. Para ser ordinarios no hay quien nos gane. Y opiniones como la suya, de cobarde al firmarla con seudónimo, afortunadamente están sobrevaloradas. Se puede ir con su madre a hacer esquinas y que le saquen las moneditas que se introdujo alegremente.
No entramos en quién tiene razón, si el cliente o el propietario, pero sí que nos parece demasiado irresponsable responder a una crítica de esa manera. Y no es la única: a lo largo de las revisiones dejadas por los (en teoría) clientes, más de 100, se repiten las salidas de tono.
Sarcasmo, ironía, cierto aire despectivo y con tendencia a atacar a las madres de los clientes. Algunas de las respuestas no tienen desperdicio.
No sabemos quién tiene razón, pero, como decíamos, los comentarios quedan en Internet para siempre y son el primer contacto que muchos futuros compradores tendrán con un comercio. Si tienes una tienda, lo mejor que puedes hacer es no contestar a las críticas a la manera del propietario de Freaks.