“Espero que alguien encuentre mi mensaje en la botella”, decía The Police en su mítica canción. En el tiempo del WhatsApp, los mensajes directos en redes sociales y los correos electrónicos recibir algo escrito en papel hace que se nos caigan las lágrimas. Cuando además es el océano quien te lo regala, haciéndote protagonista de una trama maravillosa por puro azar, la alegría es infinita.
Esto es lo que les ha pasado a Johvan Vázquez y Tracy Díaz, una pareja puertorriqueña que paseaba por una pequeña playa del municipio de Manatí, una de las zonas azotadas por el huracán María el pasado mes de septiembre. Sentados sobre la arena, reconocieron lo que parecía ser una botella de vidrio, así que la desenterraron con el ánimo de arrojarla a un contenedor cercano.
Con lo que no contaban era que la botella, con su corcho puesto, escondía un papel enrollado en su interior. Es difícil imaginarse cómo reacciona uno al toparse con un hallazgo que huele tanto a celuloide, pero el propio Johvan lo contaba en primera persona al otro lado del teléfono para La Voz de Galicia. “Para mí fue increíble, una sorpresa. Llevábamos desde julio sin ir allí y la recogimos simplemente para que no se quedara en la arena”, asegura.
¿Y qué ponía?
¿Os imagináis que ahora os digamos que había entrado agua y el mensaje era ilegible? Tranquilos, que no, ahora va la mejor parte. Johvan y Tracy descorcharon la botella y desenrollaron el papel: “¡Hola! No sabemos cuánto tiempo habrá pasado desde que esta botella se tiró al agua y tú o vosotros la habéis cogido”, habían escrito en el encabezamiento.
Las palabras, impresas, venían firmadas por Cristian Carnero y Carlos San Lucas, dos gallegos que forman parte de la tripulación de la Armada Española en el Buque de Acción Marítima Patiño, con base en la ciudad de Ferrol. En plena travesía rumbo a Canadá lanzaron la botella al Atlántico Norte un 8 de febrero de 2016.
Ambos habían incluido una foto suya, otra del barco en el que navegaban y varias formas de contacto, así como el mensaje completo en español e inglés, por si acaso. Fue fácil, entonces, localizar a los remitentes de tan peculiar misiva.
Un hallazgo que se ha hecho viral
“¡Joder! Ni me acordaba ya, sí que llegó lejos, la verdad”, contestaba Carlos al otro lado del Messenger desde Ferrol, mientras Cristian permanece a bordo del mismo buque en plena travesía. Jovhan decidió compartir entonces toda la historia en su Facebook e incluso editar un vídeo con la recreación de la secuencia en la que dieron con su tesoro.
Su publicación se ha compartido casi 18.000 veces y varios medios del país se han hecho eco del singular hallazgo.
Ahora, confiesa Johvan a La Voz, tienen ganas de viajar hasta Galicia para conocer a Carlos y Cristian en persona, “sería una forma bonita de cerrar el círculo”. Aseguran además que ya han visto a través de Internet que Ferrol “tiene unas playas preciosas”, suponemos que cuando se enteren de lo del marisco será cuestión de horas que compren sus billetes.