No hay un solo día en el que Cataluña no sea la protagonista de alguna pieza informativa. Tenemos el procés hasta en la sopa, eso es así. Y, además, conviene mentalizarse de que esto no va a detenerse hasta nadie sabe muy bien cuándo, pero parece que dentro de mucho.
Con todo, no es extraño que los nombres propios vinculados a la situación catalana surjan habitualmente en nuestras conversaciones más cotidianas, como si fuesen nuestros primos o cuñados. Ya hasta los invocamos con apelativos cariñosos. Ojo, que puede ser que el día que pasen a un segundo plano se nos venga el bajón.
La pareja protagonista del siguiente corto se enfrenta con diálogo a una de las grandes crisis (que también puede desembocar en secesionismo) que se pueden tener en una cama: uno de los dos se equivoca de nombre en pleno orgasmo.
“Has nombrado a tu ex”
La tragedia del coitus interruptus se ceba con ambos, mientras comienzan los reproches y, después, las explicaciones:
No podemos negar que esta pareja en la cama nos representa. Nadie está libre de toparse un Rufián o una Arrimadas a la vuelta de cualquier esquina. Mirad bien esta noche debajo de la cama y dentro del armario, por si acaso.