España siempre ha sido un conjunto de comunidades autónomas unidas por El Corte Inglés, algo que está de especial manifiesto en los últimos tiempos, en las que entre todos hemos logrado fijarnos más en las cosillas que nos diferencian que en todo aquello que nos une. Paradójicamente, algo que sirve para acercarnos, como es el idioma, ha sido uno de los principales motivos de división.
Esta delirante y enfurecida es un gran ejemplo, entrevistada momentos después de que abandonase enfurecida la misa de la Catedral de Mallorca al darse cuenta de que esta era en catalán (o en mallorquín, según a quién preguntes). "Me cago en la vida", comienza su intelectual discurso a IB3. "Yo no tengo mucha cultura, pero me creo que esto es España y resulta que empieza el cura que si deu que si le falta el deu que si no sé qué, que si no sé cuantos... ¿pero esto qué es lo que es?" pregunta muy al estilo Matias Prats.
"¿Estoy yo en España o estoy en México?", pregunta, porque de todos es sabido que en México se habla mallorquín. "He cogido y me he salido, y eso tenía que haber hecho todo el que estaba dentro y se siente español, salirse fuera. Porque escuchar en España una misa en... en lo que sea, porque eso no sé ni lo que es".
"No sé lo que es, lo que sí se es que le faltan las palabras, porque en realidad se entiende todo", explica, aunque si lo entendía todo nos preguntamos por qué diablos no se quedó. "En vez de decir buenas noches dicen bona nit, en vez de decir adiós dicen deu. Siempre van tirando para dentro".
Preguntada si sabía que esa tarde iban a acudir a la catedral la Familia Real, la mujer se sorprende: "¿A la familia real también le van a hablar en deu?, pues tendrían que hacer lo mismo que he hecho yo, salirse".
España es única, su población no se cansa de demostrarlo.