Ayer Mariano Rajoy tuvo un mal día. Una moción de censura nunca es agradable, pero perderla es todavía peor. Tras participar en el debate por la mañana, Rajoy no estuvo presente en la sesión de la tarde mientras hablaban el resto de grupos políticos. Su asiento en el congreso estuvo ocupado por el bolso de Soraya Sáez de Santamaría.
Que bien podría haber sido una inanimada barra de uranio:
Hubo quien pensó que Mariano se había ido al Primavera Sound:
Pero lo cierto es que lo que hizo Rajoy no fue otra cosa que cumplir con su palabra. Al cerrar su debate con Pedro Sánchez, el todavía presidente del Gobierno aseguró que él iba a seguir siendo español. Y no hay nada más español que una sobremesa que se va de las manos. Y es que durante toda la tarde estuvo refugiado en un reservado del restaurante en el que había ido a comer y no salió de allí hasta la hora de cenar.
Su salida fue captada por las cámaras, y que tire la primera piedra el que no se haya visto alguna vez en una situación similar: