Los alumnos de Castilla-La Mancha han sido los primeros. Este lunes empezaba la temida selectividad -bueno, ahora se llama EvAU o EBAU, pero nos así nos entendemos todos-, y serán unos 300.000 alumnos los que se enfrenten a una de las experiencias que marcan el inicio (se supone) de su vida adulta.
Los que hemos pasado por esa prueba de fuego sabemos que no es tan fiero el lobo como lo pintan. Que sí, que a la mayoría también nos temblaron las piernas antes de empezar el primer examen, lo que pasa es que después nos dimos cuenta de que era bastante fácil.
Vale, que no vamos a ponernos en plan abuelos Cebolleta, pero es que hoy nos hemos levantado con este dato del que vamos a tardar tiempo en recuperarnos:
Pero a lo que íbamos, que hay miles de jóvenes españoles que están como tú y peor. Y ya se sabe que las penas compartidas son menos. Así que nos hemos ido a Twitter para daros el consuelo que merecéis y esto es lo que hemos encontrado.
1 Todo el año preparándote para esto
Llevas todo un curso (e, incluso, si nos apuras, dos) escuchando la misma palabra de tus profesores. "Esto suele caer" es una de las frases más pronunciadas en bachillerato, seguidas de una línea de subrayador verde deslizándose sobre el papel.
2 Aparece la pesadilla recurrente
Llegas al primer examen después de haber repasado toda la noche y no encuentras el aula, así que no puedes presentarte y las puertas del infierno se abren frente a ti.
3 "No me se nada"
Preparándote para esto durante meses y ahora la mente se te queda en blanco. No cabe ni un dato más en tu cerebro y el pánico se apodera de ti. Tranquilo, todo acabará fluyendo.
4 "Venga, que queda poco"
Al siguiente que te dé ánimos te gustaría tirarlo por un puente, eso es así. Por un lado quieres que pase todo lo más rápido posible, pero por otro siempre necesitas cinco minutos más para una última ojeada a los apuntes.
5 "Tranquila, que es muy fácil"
Otra de las frases malditas para un estudiante de selectividad. Que vale, que sabes que una mayoría aprueba, pero es que tú ahora te ves de cabeza siendo parte de la minoría silenciosa.
6 "Debería de haber llevado todo al día"
Seguro que ahora te estás martirizando por no haberle dedicado media hora al día a mirarte las cosas tal y como recomiendan 9 de cada 10 profesores de bachillerato. Lo que pasa es que ahora es tarde para eso y hay que reaccionar.
7 "Voy a mirar unas stories de Instagram cinco minutos"
Huye de la procrastinación como de tu peor enemigo. No, esos cinco minutos de descanso mirando las redes van a ser 30 mínimo, no te engañes, que solo te queda "el último empujón" (perdón).
8 Abrirse a otras posibilidades
Cuando ves tan cerca el momento del examen crees que, quizás, no vas a llegar a cumplir con tus metas y buscas consuelo poniendo la venda antes que la herida. No es mala táctica para aplacara nervios, conste:
9 No, no se va a decidir el resto de tu vida
Con 17 o 18 años estás convencido de que la nota que saques y la carrera que escojas va a marcar el rumbo de toda tu vida y los que te doblamos la edad hemos comprobado que eso no es lo más probable.
10 El truco final
Y, si todo falla, echa mano de estas sabias palabras:
Bonus track
Pero esto es Twitter, amigos, y no podía faltar una traca final de sarcasmo. Que si hay una medicina efectiva contra el estrés (metafóricamente hablando, claro) es el humor:
¡Mucha suerte a todos!