La presidencia de Donald Trump está siendo bastante delirante incluso para lo que se esperaba, marcada por un intenso uso de Twitter bastante poco comedido -en el que incluso ha llamado gordo al líder de una potencia nuclear-, ha despedido al director del FBI por investigarle, con la permanente sombra de duda sobre la injerencia rusa y los rumores del nunca confirmado "vídeo del pipí" y por la publicación de su affair con la actriz porno Stormy Daniels. Siendo como es el presidente Trump uno llega a un estado místico especial en el que te puedes creer todo y nada a la vez.
La última y delirante historia la explicó la periodista Mika Brzezinski, periodista que durante meses ha tenido un intenso cruce de declaraciones con el presidente, protagonizando alguno de sus tuits.
En un programa de la NBC anunció que el presidente Trump supuestamente había protestado por no poder ver porno en la Casa Blanca. El comentario vino después de una entrevista con Michael Avenatti, el abogado de la actriz Stormy Daniels, en la que defendió a su clienta de los comentarios de Rudy Giuliani -abogado de Trump y exalcalde de Nueva York durante el 11S- quien aseguró que "si vendes tu cuerpo por dinero, no tienes reputación".
Brzezinski, indignada por los comentarios de Giuliani, aseguró que "la hipocresía es alucinante, porque conozco a gente que ha hablado recientemente con Trump acerca de la vida en la Casa Blanca y su mayor queja es que no puede ver porno".
"Supongo que deben tener bloqueados todos esos números calientes... debe ser una decepción también", añadió otra colaboradora del programa.
En un tuit de hace un año, Donald Trump ya lanzó uno de sus habituales ataques. "Oigo que en el programa de baja audiencia Morning Joe hablan mal de mi (yo ya no lo veo). Entonces por qué 'la loca de cociente intelectual bajo de Mika', y el psicópata Joe [refiriéndose al presentador del programa, Joe Scarborough] vinieron a Mar-a-Lago tres noches seguidas en año nuevo e insistieron en estar conmigo. Necesitaba urgentemente un lifting facial. ¡Dije no!
Curiosamente, el programa fue criticado durante las primarias republicanas por dar demasiada cobertura a la campaña de Trump, con el entonces candidato a candidato llamando habitualmente para hablar con los presentadores. Pero una vez fue nominado por los republicanos, el programa comenzó a ser mucho más crítico, marcando un antes y un después en su relación con el presidente.