La bacteria extraterrestre que ha generado un debate sobre la literatura tuitera
En la Jungla. Un guionista ha publicado un bartualesco hilo de ciencia ficción que ha generado un intenso debate después de que muchas personas se lo creyeran.
29 junio, 2018 17:31Jugar con los límites que separan la realidad y la ficción no es algo para nada nuevo. Aunque autores de todas las épocas han jugado con utilizar formatos normalmente dedicados a relatar hechos reales para contar sus novelitas, eso es algo que no siempre ha sido bien recibido por todos.
En las últimas décadas hemos visto una gran cantidad de falsos documentales, especialmente a raíz del éxito de This is Spinal Trap de 1984. Otra obra muy conocida es Operación Luna, dirigida por William Karel y que explicaba como Kubrick rodó la llegada a la Luna, broma en el que personajes como Buzz Aldrin, Henry Kissinger o Donald Rumsfeld o la propia hija del mítico director. En España, Jordi Évole trató de imitar a este documental en su capítulo de Salvados 'Operación: Palace' en el que explicaba que el 23F era una farsa dirigida por José Luis Garci.
Juanjo Ramírez -escritor y guionista de, por ejemplo, Vaya Semanita- publicó a última hora de ayer un hilo en el que hacía algo muy parecido: explicar una historia totalmente falsa en un formato en el que estamos acostumbrados a leer historias supuestamente reales -aunque hay mucho invent-:
ESTA BACTERIA que veis aquí se conoce como "litobacter mycota". Hace apenas un año que fue descubierta y ESTÁ A PUNTO DE CAMBIAR EL MUNDO TAL Y COMO LO ENTENDEMOS.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
En este #HILO os explico por qué. pic.twitter.com/xOoWctdYu1
Aunque la "litobacter mycota" lleva miles de millones de años en nuestro planeta, nunca había tenido contacto con los seres humanos... hasta que llegó al mar a causa del deshielo del Ártico. pic.twitter.com/L4ZsRVbiXz
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Esta bacteria fue aislada siguiendo los protocolos habituales en estos casos. Había que evaluar si era dañina para las personas, o capaz de alterar nuestro ecosistema. Esta mujer, de nombre Jessie Lahn, analizó el ADN del microorganismo en cuestión y... 🥴🥴😲😲😵😵😵 pic.twitter.com/T1eSajj2QY
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
... llegó a la conclusión de que esa secuencia genética no se parecía a NINGUNA criatura viva del planeta Tierra. Desconcertante, ¿verdad? Pues ESTO ES SOLO EL PRINCIPIO. pic.twitter.com/6MeTa0d4Ez
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
La siguiente sorpresa llegó cuando la doctora Lahn empezó a estudiar en la bacteria esos genes que hasta hace poco conocíamos como "ADN basura". En la actualidad sabemos que eso que llamábamos "basura" contiene en realidad información realmente interesante. pic.twitter.com/HoTtXl8R2B
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Lo que llamó su atención fue que la secuencia de ese "ADN basura" estaba estructurada en base a repeticiones periódicas y patrones matemáticos que, según Lahn "sugerían un código de diseño artificial". pic.twitter.com/0xRyEaYaDv
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
En un artículo de la revista Nature describió ese presunto código como "una microscópica partitura musical" e incluso llegó a compararlo con el sistema de la Cábala.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
¿Se trata de un mensaje? ¿De quién? ¿Para decir qué? ¿Y qué demonios hace dentro de un puto microbio? pic.twitter.com/ED878RPO1j
En las aguas donde la "litobacter mycota" fue encontrada abundaban ciertos minerales que suelen hallarse en meteoritos. Eso, unido a que en las inmediaciones se detectaron vestigios de varios cráteres, nos lleva a una hipótesis descabellada.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
¿Procede este bicho del espacio? pic.twitter.com/7pjPD8MlqG
Aquí entra en juego esta otra señorita: Cinthia Werner, catedrática de Matemáticas de la universidad de Harvard.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Tras meses de dar palos de ciego, la doctora Lahn, consultó a Cinthia acerca de "el código". Lo que Werner sugirió, pone los pelos de punta. pic.twitter.com/IcY3DLfYHi
Según la matemática (que ni siquiera fue informada de que la secuencia procedía de un ser vivo) aquello podían ser COORDENADAS espaciales.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Pero...
... NO ERAN COORDENADAS TERRESTRES. Si aquella señal codificada estaba señalando algo, había que buscarlo EN EL CIELO. pic.twitter.com/Lnj4BlDvBW
Lo cierto es que nadie tomó demasiado en serio esa hipótesis...
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
... hasta que a alguien se le ocurrió trazar esas coordenadas en el mapa estelar...
... y comprobó que HABÍA UNA ESTRELLA justo en ese lugar.
Y NO CUALQUIER ESTRELLA. pic.twitter.com/7mxLfPYIXF
El 95% del espacio exterior consiste en negrura. Las posibilidades de apuntar a un lugar al azar y encontrar un objeto son ínfimas.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Sin embargo, el ADN basura de una bacteria antediluviana, "traducido" a coordenadas, correspondía a la estrella KIK 8462863. pic.twitter.com/lKH3ln15Sh
La estrella KIK 8462863 podría saltar a la fama cualquier día de estos ya que, aunque aún no se haya podido confirmar, se sospecha que contiene varios exoplanetas, algunos de los cuáles podrían ser aptos para albergar vida. pic.twitter.com/MccV4D4UOM
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Por desgracia a día de hoy no disponemos de la tecnología necesaria para recorrer los 4,5 años luz que nos separan de esa estrella.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Por otra parte, nuestro organismo no soportaría la exposición a los rayos cósmicos y la privación de la fuerza gravitatoria que supondría el viaje. pic.twitter.com/Reskwo5KHs
ASÍ QUE, DE MOMENTO, REGRESEMOS AL PLANETA TIERRA...
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
... donde un puñado de biólogos estudia la "litobacter mycota" preguntándose qué efecto tendría introducir dicho microorganismo en el cuerpo de un ser humano. pic.twitter.com/MNqPJgAwFu
Como es ilegal hacer esa clase de experimentos con humanos, probaron la bacteria en el cuerpecito de Arthur.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Arthur, como podéis ver en la foto, es un mono. Y muy mono. pic.twitter.com/5ly2NqcguN
Seis días después de que la litobacter entrase en el cuerpo de Arthur, el mono comenzó a sufrir mutaciones asombrosas: Su estructura celular fue transformándose, haciendo su organismo más resistente a los rayos cósmicos, a la gravedad cero y, en definitiva, AL VIAJE INTERESTELAR. pic.twitter.com/1hgfEbdVEY
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Los hijos de Arthur han heredado esas mutaciones. pic.twitter.com/LCx068g8AX
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Y AHÍ LLEGA LA PREGUNTA QUE NOS DA MIEDO FORMULAR:
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
¿Acaso alguna civilización extraterrestre, hace millones de años, envió meteoritos a otros planetas con una tarjeta de visita en la que figura su dirección? pic.twitter.com/vwT2GP9H5A
¿Una información codificada de tal modo que SOLAMENTE CUANDO FUÉSEMOS SUFICIENTEMENTE CIVILIZADOS seríamos capaces de descifrarla?
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
¿Y al mismo tiempo, un elixir para adaptar nuestra genética a la epopeya que implicaría llegar hasta ellos? pic.twitter.com/Vrg2e2gFnE
Como decíamos más arriba, los experimentos con humanos son ilegales, así que EN TEORÍA, nadie ha inoculado esta bacteria en el organismo de ninguna persona. pic.twitter.com/x4SFigMyAk
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Sin embargo, a raíz de los recientes (y misteriosos) asesinatos de ex agentes de la KGB, salieron a relucir ciertos documentos que hacen pensar que ESTE SEÑOR DE LA FOTO está buscando otra muestra de "litobarter mycota" en el Ártico... para probarla en humanos. pic.twitter.com/9VIXjjNRnG
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
Y yo me pregunto: ¿Si Putin inicia esa carrera... Estados Unidos permitirá que el ruso les tome la delantera?
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 28 de junio de 2018
La historia está magníficamente enlazada, sin embargo, no a todo el mundo le ha gustado. Por ejemplo a Alex Riveiro, divulgador científico popular por sus magníficos hilos de astronomía y que recientemente ha inaugurado su muy recomendable canal de YouTube:
En un primer momento parece que Riveiro no se dio cuenta de que estaba leyendo un relato de ficción, a pesar de que en las respuestas el propio autor deja claro que no es su intención que nadie se lo crea:
Espero que no!
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 29 de junio de 2018
Yahoo Answers!!
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 29 de junio de 2018
Sin embargo, el saber que se trataba de un hilo de ficción no ha hecho que Riveiro ni algunos de sus seguidores quedasen satisfechos. El problema, para ellos, no era tanto la intencionalidad, sino que muchas personas pudieran creérselo de todos modos:
Una cosa que me llama la atención es que me mencionéis el hilo de Manuel Bartual. Sabéis que hubo gente que creyó que realmente tenía un doble, ¿no? Hubo gente que de verdad creyó que estaba contando algo real.
— Alex Riveiro (@alex_riveiro) 29 de junio de 2018
Cómo dice un sujeto en el hilo de Juanjo. Si hay gente que busca en Google “¿donde está wakanda?” Para irse a conocer, obvio se van a creer cualquier cosa que no diga que es ficción al final de un hilo con tantos rt’s.
— Noe Rodriguez (@Noy_Rodtor) 29 de junio de 2018
A ver, poneos en mi lugar. Que sí, que está muy bien que esa persona lo reconozca en un comentario posterior. Pero el comentario debería estar dentro del hilo, al final, no tiene por qué ser al principio. Que sea guionista no quiere decir que no pueda creer cosas sin base alguna. https://t.co/UOGR3jyeAr
— Alex Riveiro (@alex_riveiro) 29 de junio de 2018
Y en una cosa tiene razón el divulgador, y es que en las redes la pseudociencia vuela como quiere, como para extrañarse de que alguien se crea cualquier historia, por absurda que parezca:
He borrado el tweet anterior, pero la crítica la mantengo. Twitter es un lugar en el que la pseudociencia campa a sus anchas y este tipo de sátiras solo ayudan a contribuir a la confusión. Flaco favor a los que intentamos hablare de ciencia, pero bueno...
— Alex Riveiro (@alex_riveiro) 29 de junio de 2018
El debate es complejo, porque es evidente que explicar desde el principio que todo es ficción le resta mucho interés al hilo -ese chute de "mira qué listo soy" que sientes al darte cuenta de que es mentira- mientras que ponerlo al final queda poco estético y puede dar la sensación de estar insultando la inteligencia de muchos lectores.
Sin embargo, hay mucha gente que se lo ha creído y eso es, efectivamente, un problema. Y probablemente el problema resida no tanto en que se deba o no jugar con estos formatos, sino en un problema tan profundo como la educación de los lectores.
Internet ha cambiado el mundo de forma dramática. La gran mayoría hemos sido formados en un sistema educativo pensado para un mundo en el que había que lidiar con la escasez de información. Encontrar determinadas cosas exigía el esfuerzo de ir a la biblioteca. Hoy todos llevamos en el bolsillo un dispositivo con acceso a la mayor base de datos de la historia. Ahora hay que lidiar con el exceso de información, el reto no es llegar al dato, sino distinguir cuál es el dato bueno entre los 100 millones que nos ofrece Google. Y para eso se necesitan unas herramientas que mucha gente no dispone.
Y en ese escenario, lo menos preocupante es que haya gente que se crea una historieta de una bacteria extraterrestre.