Hace cuatro meses la historia de Mamoudou Gassama impactaba al mundo. En plena polémica sobre la inmigración en Europa, este inmigrante sin papeles de 22 años no dudó en escalar cuatro pisos en apenas 30 segundos con tal de salvar a un niño de 4 años que había quedado colgado en un balcón.
Las imágenes de su hazaña son tan espectaculares que lo convirtieron en un fenómeno mediático que dio la vuelta al mundo. Fue recibido por el Presidente de la República, Emmanuel Macron, quien regularizó su situación y le otorgó la ciudadanía francesa y le ofreció un puesto en la brigada de bomberos.
Como buen político, no dudó en hacerse fotos junto al héroe del momento:
Apenas un mes después, Gassama ya forma parte del cuerpo de bomberos de París, como parte de los 24 nuevos voluntarios del servicio cívico, grupo de novatos que comenzó a trabajar el domingo.
El que no está en tan buena situación es el padre, quien está siendo investigado por negligencia en sus funciones paternales. Al parecer, no solo dejó solo al pequeño para ir al supermercado, sino que cuando terminó sus compras se puso a jugar al Pokémon Go -sí al parecer hay gente que todavía juega-. La madre estaba de viaje visitando a su familia. El juicio está previsto para septiembre y podría enfrentarse a dos años de cárcel.