Desde los siete años la vida de Chloe Robson ha sido un infierno. Ha tenido que soportar empujones, insultos y todo tipo de vejaciones por parte de los acosadores del colegio. Por eso, ahora, con 16 años, estaba aterrorizada de lo que podía ocurrir el día de la graduación. Lo que no sabía es que contaría con una escolta muy especial: 127 moteros.
La cultura popular suele asociar a las bandas de moteros con criminales montados en una Harley y embutido en una chaqueta de cuero al estilo Ángeles del Infierno, pero lo cierto es que la realidad está bastante lejos de ser así, aunque esta imagen de tipos duros les va bien para ayudar a ciertas personas.
Personas como Chloe. Bikers against abuse (Moteros contra el abuso) es una organización fundada en 2012 por un grupo de moteros -pero no hace falta serlo para formar parte de ella-, y se dedican a recaudar fondos contra el bullying y a dar charlas en las escuelas. El tío de Chloe forma parte de esta organización, por lo que decidió tomar partido para conseguir que la graduación de su hija fuese un momento muy especial.
Así, logró reunir a otros 126 compañeros de County Durham -una localidad cercana a Newcastle, en el Reino Unido- y, haciendo rugir hasta el último centímetro cúbico de sus motores, la escoltaron hasta el acto:
Todo comenzó con insultos y motes sobre su aspecto y su forma de hablar, y pronto los abusos cruzaron la frontera física. Chloe nunca ha entendido por qué le tocó a ella ser el objetivo, pero por su culpa ha tenido siempre una autoestima baja. "El bullying tiene un efecto muy malo, te hace sentir apartado y solo. No tenía a nadie con quien hablar y me preocupaba que si decía algo, empeoraría y tendría un efecto a largo plazo en mi", explicó a The Mirror.
Sin embargo, su graduación sí dejará un gran recuerdo en ella. "Fue un momento indescriptible, todos mis amigos vinieron y dijeron 'guau, esa es una llegada'". "Estaba muy nerviosa por ir a la graduación y las reacciones que causaría. Fue un gran impacto cuando oí todos los motores, no esperaba tantos, me sentí apoyada y confiada".
No es la primera vez que un grupo de moteros hace algo así, un buen ejemplo es el de Xander Rose, que un día llegó a su colegio acompañado por un grupo de 200 moteros:
O esta banda de Albuquerque -Nuevo México-, quienes acudieron al rescate de una niña discapacitada de 5 años que había recibido una paliza mientras volvía a casa:
Con amigos así, cualquiera te toca...