Viajar con perros siempre es un poco complicado y normalmente estás obligado a pagar más si no quieres que tu mascota viaje en la bodega o en el maletero en condiciones más bien pésimas. El protagonista de nuestra siguiente historia no hubiese sobrevivido si no estuviese su dueña al lado.
Michele Burt viajaba en un vuelo de la compañía JetBlue de Orlando a Massachusetts junto a su marido Steve y a su bulldog francés Darcy, que tiene 3 años. De repente, la mujer vio cómo a su perro se le empezaban a poner las encías y la lengua azules. Se estaba ahogando y había que actuar rápido.
Las azafatas le dieron hielo, agua y una mascarilla de oxígeno, vital para que comenzase a respirar de nuevo. "Le puse la máscara sobre la cara y en unos minutos se puso alerta. Un rato más tarde ya quiso quitársela", explica Michele a ABC. La familia colgó la historia en su Facebook, desde donde se ha hecho viral:
Darcy y sus dueños han querido agradecer la intervención del personal, "especialmente de Renaud y Diana, que le han salvado la vida sin importarle que fuese un perro".