En un principio nadie podría pensar que practicar voley playa suponga un riesgo. O, por lo menos, no para el ecosistema. Pero lo que ocurrió en uno de los arenales de Sand Island, en Alabama, Estados Unidos, demuestra todo lo contrario.
Los hechos ocurrieron el pasado 4 de julio, pero es ahora cuando lo sucedido está dando la vuelta al mundo gracias a las denuncias de los ecologistas. Para celebrar el Día de la Independencia, varios aficionados al voley decidieron plantarse en el lugar con sus redes y sus pelotas.
La pequeña isla se encuentra a kilómetro y medio mar adentro y hasta allí se desplazaron en 17 embarcaciones para pasar el día. No es un paraje turístico, más bien un lugar bastante inhóspito, así que les pareció el adecuado para instalar sus canchas, relata el portal AL.com.
Una "masacre" ecológica
El problema es que en esa misma playa anidan varios tipos de aves migratorias protegidas por el Gobierno, entre las que destaca el charrancito americano y el rayador. Estos pájaros se reproducen en Norteamérica y se desplazan en invierno hacia el sur.
Así que los jugadores de voley fueron letales para estas aves. Retiraron sus nidos, aplastaron huevos o los dejaron a la intemperie cociéndose al sol, ahuyentando además a las hembras que estaban empollándolos.
Los ecologistas hablan de "masacre" y "perturbación", asegurando que ha habido una gran mortandad de las aves. Cientos de crías y de huevos se perdieron por los jugadores de voley, que incluso los emplearon para 'decorar' sus pistas.
Fue la organización Birmingham Audobon quien denunció los hechos. Ahora las autoridades del Servicio Federal de Pesca y Vida Salvaje y el Departamento de Conservación y Recursos Naturales de Alabama están investigando y, de momento, ya han tomado medidas para evitar las prácticas de riesgo en ese arenal.