La vida de un juez no es tan idílica como te imaginas
En la Jungla. Uno puede pensar que ser juez es tener la gran vida. Sí, tienes que aprobar unas oposiciones muy complicadas, pero luego tienes reconocimiento social y un sueldo para pagarte una casa en Bel-Air. Sin embargo, no todo es tan bonito.
27 agosto, 2018 10:04Para toda una generación, el primer vistazo a la vida de un juez fue la del tío Phil en el Príncipe de Bel-Air. Y, madre mía, ese señor lo tenía todo: un casoplón en un barrio de lujo de Los Ángeles, un mayordomo y tiempo suficiente para hacerse cargo de un hijo tonto y de un sobrino un tanto disfuncional. Eso era la vida. Bueno, igual la familia no tanto, pero todo lo demás sí.
Dinero (aunque seguramente no tanto como para pagarte una mansión en Bel-Air) y prestigio. Tener un hijo o hija juez es uno de los sueños de muchos progenitores. Sin embargo, esta vida idílica que muchos imaginamos. Ser juez no es sentarte a que te cuenten una historia, decidir si es culpable o inocente y dar un martillazo. También tiene un lado menos bonito.
Lady Crocs -una jueza de muy recomendable seguimiento, ya que habitualmente aclara o matiza conceptos jurídicos de actualidad que las redes y los políticos desvirtúan y que los medios no acertamos a aclarar, junto a otros como Lapelo o JudgeTheZipper- ha querido explicarnos ese lado menos glamuroso de la vida del jurista:
Estar de guardia es vivir en la incertidumbre. No sabes cuándo te van a llamar, quién, ni para qué. Los jueces tenemos dos tipos de guardia: de permanencia y de disponibilidad. La primera es de 24 horas, normalmente es en grandes ciudades e intensa. La segunda es semanal.
— Lady Crocs (@ladycrocs) 26 de agosto de 2018
Esta última es diferente en partidos con cinco o más juzgados, ya que es algo mixto pues el juzgado permanece abierto hasta las 20 horas. Cuando son menos, simplemente se cumple el horario ordinario de audiencia al público.
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En las guardias de permanencia empiezas a las 9 horas y hasta las 9 horas. Cualquier cosa que ocurra en el partido que requiera una decisión judicial urgente se presenta aquí. Hay ciudades en las que el volumen es tal que hay guardia de detenidos, de incidencias y juicios rápidos
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Yo nunca he trabajado en un partido así, de modo que no me extenderé mucho sobre sus actuaciones. Yo siempre he estado con guardias de disponibilidad (pura o mixta) en las que debes estar siete días, 24 horas al día, disponible: en el juzgado o con el móvil
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Durante las horas hábiles (lunes a viernes de 9-14 horas) las comunicaciones se hacen con el juzgado. Fuera de ese horario llaman al teléfono de guardia. Suele llamar la policía o la guardia civil, pero a veces también llaman los bomberos, el hospital, una funeraria...
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Cuando llaman suele ser una actuación que requiere una respuesta inmediata: puede ser un fallecido (para levantamiento), un detenido (hora para tomarle declaración), una violencia (hora para actuaciones), una violación (activar el protocolo), un habeas corpus...
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Durante esos periodos has de estar cerca del partido (por si has de acudir a un levantamiento, https://t.co/9spy646iDL), y telefónicamente disponible. Pueden llamarte para una simple consulta o para acudir de modo inmediato, para comunicar un detenido o una gran catástrofe
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Muchas veces se solicitan, consultan o requieren la intervención del juez porque no se sabe muy bien qué hacer: una embaraza que quiere viajar por un medio y los médicos recomiendan que lo haga por otro para salvaguardar su salud y la del nasciturus
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En partidos de más de cinco juzgados no te llaman para comunicar detenidos, de modo que no sabes lo que hay hasta que aterrizas en el juzgado o te llaman los funcis al punto de la mañana (en finde). Por lo tanto, no puedes organizar el día porque no sabes qué pasará 🤷🏼♀️
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Es posible que en una mañana tengas ocho detenidos, una solicitud de entrada y registro, tres internamientos urgentes, dos fallecidos y una violencia. Y que al día siguiente te llames al móvil de la guardia para comprobar que funciona porque no ha pasado nada
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Una vez terminas la jornada, resueltas todas las incidencias, te vas a tu casa con tu móvil de guardia. Pueden llamar mientras te duchas, cenas con los peques, duermes, estás en el cine o de risas con los amigos. Y has de atender la llamada. Y has de tener batería y cobertura
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Después de esos siete días de guardia es habitual tener uno de libranza (va por partidos). De modo que sueles empalmar unos diez días seguidos trabajando, incluyendo fines de semana. Puedo asegurar que después no sabes en qué día vives y mentalmente estás un poco pic.twitter.com/EudKxK2RyN
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Ese día libre aprovechas para ir a la pelu y tu vecino te dice que cómo mola ser juez y disfrutar de un fin de semana caribeño pic.twitter.com/timZFLEYHA
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Y no, no es que yo vaya diciendo por ahí que soy juez. Porque es un dato que por seguridad, prudencia e intimidad sueles omitir a personas no cercanas. Pero el vecino de al lado lo sabe. Sabe que eres juez pero no sabe que la guardia civil te llamó a las once de la noche
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No sabe que los de urgencias te llamaron a las tres de la mañana y la Nacional a las siete y media. Y no resulta sencillo volver a dormirse cuando acaban de llamarte para comunicarte un marrón. Marrón que implica a personas sufriendo y que te comerás tú al día siguiente
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Ese vecino no sabe que has tenido que decirles a tus hijos siete veces en una tarde que se callen un momento porque es la guardia civil. O que has tenido que ver cosas que no salen en las noticias porque pueden herir la sensibilidad de la audiencia
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O bien que te has marchado de casa a la una de la mañana para resolver un habeas corpus, llegaste a las cinco y a las nueve estabas de nuevo en el juzgado para pasar detenidos y seguir currando
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También he de decir que me encantan las guardias. Te hacen sentirte viva, que decides cosas importantes con las que te sientes realizada, te enfrentas a retos personales y profesionales que te hacen superarte a ti mismo.
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Agradecería un reconocimiento económico de esa implicación, pues nos pagan los mismo si vamos o no; si estás de guardia un martes o el día de Navidad; pagan igual en Melilla que en Huesca sin tener en cuenta el volumen de trabajo o la complejidad
— Lady Crocs (@ladycrocs) 26 de agosto de 2018
Pero, en cualquier caso, no cambiaría mi trabajo por ningún otro. Adoro ser juez con todo lo que supone, disfruto lo bueno y asumo lo malo. Acepto críticas siempre que me las expongan con educación y respeto. Pero no admito descalificaciones, eso no va en el cargo. En ninguno.
— Lady Crocs (@ladycrocs) 26 de agosto de 2018
Gracias por leerme y por el interés. Lamento que me haya salido semejante tostón 😬
— Lady Crocs (@ladycrocs) 26 de agosto de 2018
Buen domingo para todos, yo estoy de vacaciones y desestrándome de una guardia mala. pic.twitter.com/IN94qP48hO