Pocos artistas son tan trolls como Banksy, que este fin de semana llevó a cabo la burla definitiva hacia el mercado del arte. Ocurrió durante una subasta de Sotheby's el pasado viernes. Niña con globo es uno de los trabajos más reconocidos del artista, que apareció en un mural en 2002, que se llegó a vender por 560.000€ en 2015. Una copia con aerosol sobre tela de esta imagen se llegó a vender por 1,1 millones de euros, momento en el que sonó una alarma y el cuadro, como si fuese una misión de Ethan Hunt, se auto destruyó delante de los atónitos asistentes.
"La necesidad de destruir también es una necesidad creativa". Con esta cita de Picasso compartía Banksy un vídeo en el que explicaba brevemente cómo tramó esta gran mofa, que venía tramando ya desde hace tiempo. "Hace unos instalé secretamente una trituradora en el marco, por si algún día se subastaba", explica un texto mientras vemos el mecanismo destructor. Por cierto, la cara de la mujer de rosa que está junto al cuadro cuando comienza a triturarse está pasando muy desapercibida y es carne de meme.
Instagram, parte de la broma
A continuación deja el vídeo completo del momento en el que su obra es triturada, como si lo gozase. Para mayor mofa del mundo del arte, ha compartido el vídeo en Instagram, la red social más artística, pero también la que reduce el arte a una foto cutre con un filtro vintage, donde muchas personas sin la más mínima capacidad artística nos creemos Van Gogh durante un rato gracias a un puñado de likes en forma de corazoncito. Ese es el lugar en el que Banksy ha decidido culminar su obra.
Banksy podía no haber dicho nada -de hecho, el vídeo es de lo más sencillo y como tal no aporta realmente nada-, y todo el mundo hubiera entendido su gracieta. O podía haber subido el vídeo a Vimeo, una plataforma menos popular y que todavía conserva ese aire artístico. O podía haber publicado el vídeo alojado en una web propia, no le deben faltar recursos para algo tan sencillo.
Además, en los últimos meses se están alzando muchas voces apuntando a que Instagram está arruinando la experiencia de visitar los museos, no solo porque muchos visitantes estén más pendientes de hacer la mejor foto de las obras que de disfrutar o conocer las obras, sino porque muchos museos ya se preocupan de realizar instalaciones "instagrameables" con las que atraer visitantes, en vez de mostrar obras que tengan un valor artístico en sí mismas.
Pero no, lo hizo en Instagram y, hablando de un tipo como Banksy, uno solo puede pensar que esa elección es parte del chiste. Lo mejor de todo es que ese cuadro hecho trizas posiblemente ahora valga mucho más de lo que valía cuando unos segundos antes de que se activase la trituradora. Si te sientes artista al subir una foto a Instagram, Banksy se está mofando de ti.