Arturo Pérez-Reverte se ha ganado, muy merecidamente, su apodo de Terminator de Twitter. Da igual quién se le pusiera por delante, Rufián, Ada Colau, el gobierno de Rajoy, las feministas con el lenguaje inclusivo o un tuitero machista. Sus disparos de 140 280 caracteres eran misiles balísticos que arrasaban todo a su paso como napalm por la mañana. Pero resulta que el escritor también tiene un punto débil en su corazón de hierro: los animales.
Quien siga al escritor, sabrá que entre rugido y rugido, además de enlaces a distintos artículos -suyos o no- también hay muchísmos retuits a perreras y asociaciones de protección animal. Uno casi puede pensar que a Reverte le gustan más los animales que las personas, y realmente nadie le culparía.
Su último insulto va dedicado a unos cazadores de elefantes -que hasta donde nosotros sabemos no son reyes de ningún país- que se llevan un señor susto cuando, tras intentar abatir a un elefante ven como el resto de la manada cargan hacia ellos:
Y claro que cuando hablamos de cazar elefantes, hay una estampa que viene a la cabeza rápidamente. Y no han tardado en recordárselo:
¿Y qué dijo en aquella ocasión Don Arturo? La corona no le cortó la lengua, no:
Hace unos días ya tuiteo, indignadísimo, sobre la condena de 720€ al idiota que se dedicó a ahogar a un pobre jabalí en una acequia:
Está claro que la escopeta de Arturo solo apunta a humanos. Reyes o cuñados.