Imaginamos que las condiciones en las que viven las personas que están en la Antártida no deben ser fáciles. En el lugar más frío del planeta hay pocos entretenimientos fuera de las rutinas laborales y la luz es extrema: el sol puede lucir las 24 horas del día en verano o no aparecer en invierno. Una tierra muy hostil para la salud mental de cualquiera, vamos.
Pero de ahí a lo que ha sucedido en la estación rusa de Bellingshausen, en la isla Rey Jorge, hay un buen trecho. En este islote antártico apartado de la civilización, Sergey Savitsky, un científico de 55 años, ha apuñalado con un cuchillo de cocina a su colega Oleg Beloguzov, de 52 años, al sufrir un "colapso emocional".
Informa Mirror que su intención era asesinarlo ante la estupefacción del resto de personas que estaban con ellos, pero afortunadamente no lo consiguió. El mismo medio cita fuentes de la investigación que sostienen que el desencadenante de la trifulca fue el spoiler que Beloguzov le hizo a Savitsky.
Los libros de la discordia
Ambos científicos son grandes aficionados a la lectura y Beloguzov, por causas que se desconocen, le habría revelado a Savitsky el final de los libros que ambos llevaban leyendo cerca de un año. Una afrenta que el segundo consideró imperdonable y digna de que se tomara la justicia por su mano.
Según las mismas fuentes, esta podría ser la primera vez que se constate un intento de asesinato en mitad de la Antártida. Un hito nada agradable para Beloguzov, que se recupera en la unidad de cuidados intensivos de una herida en la zona del corazón. Por su parte, su verdugo también ha sido evacuado de la base y se encuentra en arresto domiciliario en su casa de San Petersburgo a la espera de juicio.